Título: UN GRAMO DE ODIO
Título original: DU SON SUR LES MURS
Autor: FRANTZ DELPLANQUE
Editorial: ALFAGUARA
Trama: Jon Ayaramendi es un asesino profesional que
ha rebasado la sesentena por lo que decide retirarse a un pueblo de su
Iparralde (País Vascofrancés) natal, donde lleva una vida prácticamente
recluido. Hasta que una amiga, a la que se siente muy unido, le pide que la
ayude a buscar a su nuevo novio, que ha desaparecido, lo que le llevará a tener
que enfrentarse con los fantasmas de su pasado.
Personajes: Jon Ayaramandi, asesino a sueldo
jubilado, que se inició en su profesión tras un desengaño amoroso, pero que
nunca mató por placer, sino por profesionalidad, que tras su retirada se
reencuentra con los "buenos sentimientos", aficionado a la música
rock, Perle, joven vecina y amiga de Jon, que la ayudó en un momento de apuro,
decidida y obstinada, madre soltera de una niña que llama "abuelito"
a Jon, Jean-Luc, propietario de un bar al que suele acudir Jon, amigo de éste
aunque nunca le pregunta por su pasado, también aficionado al rock, Burger, viejo
colega de profesión de Jon, que siempre sospechó que no sólo era un profesional
sino que disfrutaba con lo que hacía, Marconi, exjefe de Jon, semirretirado y
que atesora mucha información sobre el pasado, Valentin, vocalista de un grupo
musical que esporádicamente trabaja como conductor para Jon y sus colegas, Paco,
jefe de un clan gitano que circunstancialmente entabla una buena relación con
Jon, Louise, cuarentona un tanto "pija" asidua al bar de Jean-Luc,
que cuando se enrolla con Jon demuestra que no es tan pija,
Aspectos a Destacar: El intenso ritmo de la novela,
pautado con incrustaciones de letras de canciones que, en lugar de interrumpir
la narración le da más viveza y agilidad y sirve de contrapunto a las diversas
situaciones y sensaciones de los protagonistas.
La Frase: El cese de mis actividades como criminal
sólo había durado tres meses. Y eso a pesar de mis buenas intenciones. Nadie
puede escapar de sus aptitudes. Uno siempre termina por ejercerlas cuando alguien
lo necesita. Tomemos el ejemplo de un médico: a su alrededor siempre se
producirán accidentes o habrá enfermos que padezcan una crisis o niños que se
dediquen a comer pendientes. Se podía decir que acababa de cometer mi asesinato
número treinta y tres. Y aunque hubiera pasado de ser profesional a ser un
simple experto, también se podía decir que había regresado a las andadas.
¿Acaso era como uno de esos jubilados que ponen en práctica sus habilidades de
manera altruista?