Título: MALA HIERBA
Autor: JOSÉ LUIS MUÑOZ
Editorial: EDICIONES DEL SERBAL (LA ORILLA NEGRA)
Trama: En Arkaham, una pequeña comunidad de la costa
oeste norteamericana, la vida transcurre plácida y sin contratiempos hasta que
la irrupción de un peligroso fugitivo de la justicia y el misterioso y sórdido
crimen que a continuación se produce alteran dicha placidez, haciendo afloran
las pasiones ocultas y volviendo el ambiente tenso e irrespirable, mientras la
sombra de la sospecha planea sobre todos y cada uno de los habitantes del
pueblo.
Personajes:
Walter Davis, obeso sheriff del pueblo, eficaz mientras no tenga que esforzarse
mucho, su mujer, Margaret Davis, antigua reina de la belleza, que no se resigna
a que el paso del tiempo haya mermado su atractivo, el reverendo Berghoffer, pastor
fundamentalista al que todo le parece pecaminoso, Aline Berghoffer, su mujer, a
la que nada ni nadie que conoce parece agradarle, Faddis, doctor del pueblo, con
conocimientos forenses, escéptico y receloso, Harris, ayudante del sheriff,
obsesionado con las mujeres, Sussy, joven adolescente aficionada a hacer el
amor con quien se ponga a tiro, Lorelay, amiga de Sussy, aunque más moderada
que la anterior en cuestiones sexuales, Charlie Shoemaker, padre de Sussy,
antiguo marine combatiente en Vietnam, violento y alcohólico, Dolly, prostituta
y amante de Shoemaker, Red Rodney, dueño de la funeraria, lo más aproximado que
puede haber en el pleno a una persona de ideas progresistas.
Aspectos
a Destacar: José Luis Muñoz no sólo nos
sitúa la historia en un pueblo del Medio Oeste norteamericano, sino que nos
hace vivir en ese pueblo, ser uno más de sus vecinos mientras estamos leyendo
la novela como si conociéramos los personajes y lugares que nos describe de
toda la vida, sumergiéndonos en una historia fascinante que podría estar ocurriendo
en una localidad similar en estos mismos momentos.
La
Frase: ¿No ha oído usted hablar de
la ira divina? El Antiguo Testamento está lleno de ejemplos de la ira divina,
de pueblos arrasados porque sus habitantes no supieron vivir de acuerdo con las
leyes de Dios y se entregaban como animales a la lascivia. Los que han muerto
últimamente en Arkaham no han sido otra cosa que mala hierba, cizaña segada por
una guadaña justiciera. Es duro reconocer a veces la realidad, pero es así.