sábado, 29 de abril de 2017

EL ROBO DE LA CATEDRAL (JOSÉ LUIS DÍAZ MONREAL)


LA NOVELA: Esta novela cuenta un hecho real sucedido en el verano de 1935, el robo del fantástico tesoro artístico guardado en la catedral de Pamplona-Iruña. El expolio conmocionó a la ciudad y tuvo amplia repercusión en los medios periodísticos españoles, que durante aquel verano siguieron ampliamente todo lo relacionado con el robo.

Fue un caso que quedó sin desentrañar del todo, en parte por la indolencia de las autoridades, en parte por la posible implicación de personas directamente relacionadas con el cabildo y fuerzas vivas de la provincia, que hacían que el asunto fuese tabú, y también como consecuencia del alzamiento fascista organizado por Mola y Sanjurjo, que sucedió unos meses después.

El autor, partiendo de la documentación judicial y catedralicia, de la hemeroteca y de testimonios de personas contemporáneas de los hechos, nos cuenta una historia que es verídica en su mayor parte. El resto lo ha puesto su imaginación, componiendo un relato que no es real al cien por cien, pero que muy bien pudo serlo...



EL AUTOR: José Luis Díaz Monreal (Iruñea, 1943) cursó estudios de Formación Profesional en el colegio de los Salesianos de la capital navarra. Casi toda su vida profesional transcurrió en la empresa Potasas de Navarra.

A los cuarenta años comenzó a estudiar Geografía e Historia en la Universidad de Educación a Distancia de Pamplona, carrera que terminó cuando los cincuenta ya tocaban a su puerta.

En la actualidad, jubilado, sigue comprometido con la memoria histórica de Euskal Herria, para su recuperación y difusión.

Ha publicado: La historia olvidada. Egi en Nafarroa durante la década de los años sesenta (2009), Las huelgas de Potasas (2012), Jacinto Ochoa. La prisión más larga (2013), La huelga de 1951 y otros conflictos en Navarra durante los años cincuenta (2013).



FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 607.-BÚSCAME (J. S. MONROE)


Título: BÚSCAME

Título original: FIND ME

Autor: J. S. MONROE

Editorial: HARPER COLLINS

Trama: El suicidio, hace cinco años, de su novia sume a un joven escritor en una profunda depresión, tanto que además de no poder volver a escribir empieza a tener alucinaciones en las que cree verla. Hasta que algunos indicios le impulsan a pensar que tal vez no este sufriendo alucinaciones, sino que quizás sea cierto que aún siga viva y en peligro, por lo que iniciará una búsqueda que no sólo pondrá en juego su equilibrio mental sino, tal vez, su propia vida.

Personajes: Jar, prometedor escritor irlandés, obsesionado con el suicidio de su novia, Rosa, joven estudiante de Cambridge, novia de Jar, deprimida por la reciente muerte de su padre antes de su entrada en la Universidad y por el suicidio de su madre, producido cuando ella aún no tenía un año, lo que la convierte en una perfecta candidata, a su vez, para el suicidio, Carl, el mejor, y casi único, amigo de Jar, aunque en ocasiones éste dude de su lealtad, Miles Cato, policía londinense de origen escocés, del que Jar sospecha que es otra cosa, Kirsten, terapeuta especializada en duelo, que empieza a tratar a Jar, aunque éste desconfíe de ella, Max Eadie, periodista de investigación de la vieja escuela reconvertido en agente publicitario, que ve en la historia de Jar la posibilidad de volver a sentirse periodista, Amy, tía de Rosa, restauradora de arte, que lleva muchos años combatiendo sus constantes depresiones con fármacos, Martin, marido de Amy, antiguo trabajador de una farmacéutica que investigaba, precisamente, en antidepresivos y obsesionado por escribir una novela.

Aspectos a Destacar: Los giros de la obra que aumentan la intriga del lector, que no sabe si está leyendo la historia obsesiva de un paranoico que sufre alucinaciones, una sórdida trama urdida por oscuros servicios de inteligencia o una conspiración dirigida contra el protagonista para volverle loco, pero aún así con una coherencia interna que nos lleva a un final totalmente lógico.

La Frase: Según me dijeron, cuando llegue el momento me daré cuenta. No ha llegado aún, claro, pero aun así he sentido un subidón de adrenalina al apoyarme en la barandilla y mirar el mar, notando el viento salobre en la cara. Me he agarrado al hierro oxidado de la barandilla y luego me he subido al primer travesaño y me he quedado allí encaramada, sin nada que me impidiera caer al mar. Hacía una noche tranquila, pero el agua se agitaba con fuerza alrededor de los pilares del muelle. He empezado a sentirme mareada y por un segundo me he preguntado si había llegado la hora quizá, pero aún queda mucho por hacer. Quiero dejarlo todo en orden, que no queden cabos sueltos.