Título: LOS OJOS DEL PUENTE
Autor: JAVIER HERNÁNDEZ VELÁZQUEZ
Editorial: MAR EDITOR
Trama: Un detective es contratado para que indague sobre lo que ocurre con una
novela desparecida de la que sólo se tiene el primer capítulo. Pero pronto se
dará cuenta de que en realidad lo que subyace debajo de ese contrato es la
pretensión de que se introduzca en unos asesinatos cometidos en los sesenta, en
los Estados Unidos, cuya sombra aún se cierne en la actualidad sobre la ciudad
de Tenerife y algunos de sus más poderosos ciudadanos.
Personajes: Toni Barrera, joven
exaltado que en los años 60 decide vengar a sus padres muertos en extrañas
circunstancias y desaparecer, Matías “Mat” Fernández, expolicía y detective
sobre el que aún pesa el dolor de su mujer asesinada y el resto de dolores de
todos los tratados injustamente, perseguidor infatigable de la verdad aunque a
veces ni él mismo sepa por qué, Julio Bravo, reputado cardiólogo tinerfeño,
miembro de una de las familias más poderosas de la ciudad y benefactor de
marginados e inmigrantes, Sebastián Bravo, hermano del anterior y alcalde de la
ciudad, Mercedes, la matriarca del clan Bravo, alcohólica y sentimental, aunque
no tanto como para descuidar las obligaciones con su familia, Gil, acaudalado
hombre del que apenas se sabe nada, empeñado en descubrir qué hay detrás de la
novela desaparecida y de los hechos que en ella se narran, Ruth, hija de Gil,
sexy, inteligente y calculadora, Jonás, matón venido a más, a las órdenes de
los Bravo, que respeta a Mat aunque no dudaría en matarlo si se lo ordenaran, Santi
el Leñero, periodista combativo, apodado así por sus tiempos de futbolista, Mora,
policía amigo de Mat, quizás uno de los pocos que le quedan.
Aspectos a Destacar: Novela ganadora del IV Premio Wilkie Collins de Novela Negra / Al modo
clásico “chandleriano”, aunque sin imitaciones ni imposturas sino con una voz
propia y una calidad evidente, el autor nos describe las miserias y
corrupciones de una ciudad, que en el fondo podría ser cualquiera aunque es la
suya y se nota, a la que le presta su voz para explicarnos que es también, al
mismo tiempo, una ciudad que vive y palpìta, que ama y se esfuerza en ser
amada.
La Frase: ¿Te acuerdas de cuando te diste cuenta?, me cuestioné. ¿De qué? De que
seguir vivo no tenía nada que ver contigo, que todo era cuestión de suerte.
Miré hacia el barranco. Luego me quedé en la visión de que por el puente pasaba gente yendo a sitios en los que yo seguramente había estado.
Ciudadanos que acaso tuvieran un futuro; gente que vivía su vida sin mirar
continuamente atrás.