SINOPSIS: Injusto
e improcedente es la historia de Ana, una empleada que cree haber encontrado
el trabajo de su vida. Sin embargo, pronto se verá involucrada en situaciones
absurdas provocadas por un egocéntrico jefe y su entorno, creado por él mismo
según sus caprichos y su eterna necesidad de vanagloriarse.
Ana narra con un humor, no exento de cierta amargura, su
propio destino, como terapia para resistir a la locura reinante a su alrededor.
Artículo publicado en el periódico
NOTICIAS DE GIPUZKOA (http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2013/01/07/ocio-y-cultura/cultura/la-ficcion-de-las-peripecias-laborales)
el 7 de enero de 2013. Redactora: Ruth Pérez de Anucita.
Eva Herraiz, catalana afincada en Donostia desde
hace diez años, ha publicado Injusto e improcedente, un
pertinente título para los tiempos que corren, que cuenta la historia de Ana, una empleada que cree haber encontrado el
trabajo de su vida. Sin embargo -y siempre hay un sin embargo- pronto se ve involucrada en situaciones
absurdas provocadas por un jefe egocéntrico y su entorno, creado por él mismo
según sus caprichos y su eterna necesidad de vanagloriarse. Ella está muy
emocionada, pero descubre que del trabajo de su vida, nada, y que las personas
que trabajan con ella son muy distintas a lo que se piensa, precisa la
autora, que describe las peripecias que va
atravesando la protagonista hasta que, poco a poco, se le va cayendo la venda
de los ojos.
Antes de
esta novela, de humor amargo, Herraiz había publicado un par de relatos
cortos, algo que se percibe en Injusto e improcedente, una
colección de historietas que, no obstante, pueden leerse como un todo, porque
poseen un hilo conductor, un principio y
un final.
Su materia
prima es la realidad; su inspiración, sus propios amigos. En esta década en Donostia, he salido con grupos de los trabajos por
los que he ido pasando, y siempre van surgiendo historias, con el jefe o con
quien sea, que he ido recogiendo.
Su materia
prima es la realidad; su inspiración han sido los amigos que ha conocido
trabajando en Donostia
En Injusto
e improcedente, el humor ejerce de bálsamo y la ironía funciona de
coraza. Ana narra su destino como terapia
para resistir a la locura reinante a su alrededor, explica la autora, que
también la ha empleado para desdramatizar. Justo
cuando la estuve escribiendo, había tenido una experiencia bastante traumática
en el trabajo, confiesa.
El mundo
laboral está plagado de conflictos indeseados, por lo que está convencida de
que cualquiera que lo lea, le habrá
pasado algo parecido, o ha conocido a algunos de los personajes que
describe. En ese sentido, ha intentado
estereotiparlos: el pelota, la hermana del jefe, el jefe autoritario, el
pasota...
El título
posee un doble sentido, aclara. Todos
trabajamos por dinero pero necesitamos que sea el mejor ambiente posible, y
tampoco procede encontrarse con según qué situaciones o según qué trato. Por
otro lado, también remite al final, apunta, sin desvelar más.
Herraiz intentó publicarlo en el modo
convencional, pero, a pesar de que mandó una copia a un montón de editoriales, el 90% le respondió que ya tenían el cupo, que querían hablar con un representante, del
que carece, o aseguraban que sus recursos
eran menores y que iban a tiro hecho.
Quienes,
tras la autoedición, sí le han echado un cable han sido las librerías. En
Terrassa, su localidad natal, y en Donostia, se ha encargado personalmente de
la distribución. Cuesta un poco saber con
quién tienes que hablar pero una vez que lo consigues la gente se porta bien, e
incluso en las grandes cadenas lo han colocado en lugares visibles, aprecia
Herraiz, que tiene ideas para hacer una segunda parte de la novela de
debut, en la que la voz cantante
la llevaría el perro del jefe. Ahora no
tengo tiempo, lo tengo un poco apartado, y espero no quedarme en paro -el
trabajo, omnipresente-, pero si ocurre, lo retomaré, promete.