El pasado sábado
se publicó en "Territorios", el suplemento cultural del diario EL
CORREO, de Bilbao, un artículo sobre novela negra muy interesante redactado por
Iratxe Bernal. Desgraciadamente no se publica en la web del periódico, así
que no puedo subir el enlace.
Fui uno de
los escritores contactados para su realización y, a tal efecto, me envió un
cuestionario. Lógicamente, dado el tipo de artículo que era, no aparecieron más
que unas pocas de mis declaraciones, pero como el cuestionario me pareció muy
concreto y extenso y me obligó a reflexionar sobre el género mientras lo
contestaba, no me resisto a transcribir las preguntas y sus respuestas.
¿Qué novela
o autor indicaría cómo punto de partida de este ‘subgénero’? ¿Qué antecedentes
o influencias previas destacaría?
En
general, aunque parezca un tópico, se suele señalar (y yo coincido) a Dashiell
Hammett y Raymond Chandler como los grandes iniciadores del género negro, junto
a otros autores como James Cain, Jim Thompson y Horace McCoy.
Es un ‘boom’
muy europeo, ¿coincide con un cierto declive de la novela negra americana?
No
necesariamente, en los dos ámbitos hay grandes practicantes del género. Michael
Connelly, James Ellroy o Harlan Coben aúh pueden dar mucha guerra. Y nuevos
autores, como Michael Koryta, se aprestan a tomar el relevo.
¿Hay autores
que hayan cambiado el campo por la ciudad o es más bien una ambientación
llegada con una nueva generación de novelistas? ¿A quiénes nos aconseja seguir
la pista?
Aunque el
género negro es eminentemente urbano, no es tampoco una novedad que haya
novelas situados en entornos rurales, la mayoría de algunos de los autores
citados, Caine y Thompson, por ejemplo, se desarrollan en territorios no
urbanos. En realidad los autores, sobre todo los que no quieren limitarse a lo
trillado, siempre buscan abrir nuevos caminos, y ubicar sus historias en un
entorno rural puede ser una opción muy válida. Aún no he leído la novela de
Dolores Redondo, que transcurre en el Baztán, pero por lo que me cuentan
personas de las que me fío, merece mucho la pena. Y un autor clásico español,
Andreu Martín, aunque sea eminentemente urbano tiene varias novelas ubicadas en
la Cataluña rural.
¿Dónde cree
que radica el éxito? ¿Cree que ‘subgénero’ ha sabido captar a nuevos lectores?
El género
negro es quizás de los más adaptables a cualquier época, porque en todas ellas
hay gente decidida a matar, o a arriesgarse a morir, por conseguir sus
objetivos de codicia, poder, dominación, sexo o venganza. Cambian las formas y
sistemas de matar e investigar, pero no las pasiones humanas
¿Resisten
los géneros mejor la crisis? ¿Es más fiel el lector de género?
La crisis
afecta a todos y antes que comprar un libro, sea del género que sea, hay otras
prioridades, pero sí es cierto que la novela negra, que nació a raíz de la Gran
Depresión de los años 20 en USA, es un instrumento idóneo para describir las
sociedades en crisis, por lo que puede tener un tirón adicional.
¿Qué
convenciones de género conserva? ¿Cuáles altera?
Básicamente,
hay un crimen (o un hecho con apariencia de crimen) y una investigación acerca
del mismo, bien para resolverlo, bien para explicarlo. Luego, como sucede en
todos los géneros, las normas se rompen a conveniencia del autor.
¿Es la huida
de la ciudad un reacción a la crisis, tanto económica como de valores? Si el
crimen refleja la sociedad, ¿qué sociedad reflejan estas novelas? ¿Qué hay tras
esa apariencia de tranquilidad?
La huida
de la ciudad al campo es el reflejo de la anterior huida del campo a la ciudad,
la gente, y más en época de crisis, busca algo diferente a lo que tiene,
pensando que así va a mejorar su vida. Y se llevan con ellos lo que ya tenían
antes, tanto lo bueno como lo malo. El paisaje no cambia a las personas,
simplemente hace que sus crímenes (o sus virtudes) se adapten al medio.
¿Hay
diferencias en el género según las nacionalidades de los autores? ¿Se mata
igual en el norte que en sur? ¿Cómo definen estas novelas los diferentes
entornos culturales en los que se escriben? ¿Cómo cambia el paisaje a los
personajes?
Lógicamente
hay diferencias porque diferentes entornos (climáticos, de riqueza o pobreza,
culturales, religiosos, etc.) hace que las respuestas sean diferentes, pero en
todos los lugares se mata por lo mismo: ambición, sexo, venganza, placer,
dominio..., en eso somos todos iguales.
¿Qué papel
juegan los localismos? ¿Cuáles serían en ese caso las ‘señas’ de las novelas
españolas?
La novela
negra es siempre localista porque es una novela realista (González Ledesma la
ha definido como la "novela social" de nuestro tiempo) que es eminentemente
crítica y normalmente disecciona las lacras de las sociedades y ciudades en las
que vive el autor y en las que a menudo ubica su obra, aunque de todos modos
suele ser extropolable, con sus características propias, a cualquier tipo de
sociedad. Personalmente en muchas ocasiones aprendo más de una ciudad leyendo
una novela negra que una guía turística o un tratado sobre la propia ciudad.
¿Existe
crítica social en estas obras?
Si se
describe con honestidad la ciudad y la sociedad de la que se habla, al final
hay crítica social, incluso aunque esa no sea la principal intención del autor.
¿Es más
inquietante un crimen cuando sucede en un entorno rural o directamente
paradisíaco?
Puede
causar más extrañeza por los tópicos que señalan a esos lugares como más
tranquilos y apacibles, pero un crimen es un crimen y el horror es el horror en
cualquier lugar que aparezcan
¿Cuál sería
el perfil psicológico de los nuevos protagonistas? ¿Han perdido los detectives
ese aire cínico? ¿Han desaparecido, de
hecho, los detectives privados? Los investigares son ahora policías que cumplen
con la legalidad, no beben, no fuman. Suelen ser además policías locales que
conocen el entono a sus gentes, ¿qué matiz aporta esa vecindad al género?
Más que
el perfil psicológico, cambian las tecnologías, el móvil, Internet, los avances
sobre el ADN, etc., dan a sus protagonistas, tanto delincuentes como policías,
nuevas posibilidades que no dudan en explorar los autores. En cierto sentido,
el uso de esas tecnologías requiere un nivel de preparación que excluye al
delincuente analfabeto funcional, pero aún así éste puede seguir dando juego.
El
detective no ha desaparecido, y cuando aparece es aún más cínico que antes, ya
que así como los primitivos detectives eran outsiders que aún
creían en la justicia, los actuales no creen en ella o, cuando creen, son más
escépticos a la hora de pensar que puede hacerse realidad.
En cuanto
a que cada vez sean más policías los protagonistas, con los avances
democráticos (cuando los hay), ya no se suele ver al policía como
"enemigo", lo que favorece convertirle en el héroe de la historia,
por otra parte un policía dispone de unos medios de los que no dispondría un
detective en su trabajo, lo que le viene bien al autor a la hora de construir
su historia.
¿Han
desaparecido también las clases altas que coquetean con las malas compañías,
las mafias y los policías corruptos? ¿Qué figuras los sustituyen?
Las
clases altas no han desaparecido de la novela negra, aunque pueda cambiar su
forma de estar, pero siguen estando presentes, porque la esencia de la novela
negra es el crimen motivado por la corrupción, el ansia de dinero o poder, y
las clases altas siempre han estado donde están el poder y el dinero.
¿El mayor
protagonismo de la mujer tanto en entre las autoras como entre los
protagonistas modifica en algo el género?
Lógicamente
lo modifica, pero no porque haya una contraposición literaria hombre-mujer,
sino porque da un punto de vista nuevo que enriquece el género. Pero del mismo
modo que un autor de Bilbao dará un punto de vista diferente al de uno de Los
Ángeles o un escritor perteneciente a una familia de banqueros tendrá unos
puntos de vista diferentes al que sea hijo de un granjero o de un mecánico.
Y la
víctima, ¿qué relevancia tiene? ¿Es el motor de la trama o una excusa para
retratar a otros personajes?
En ese
aspecto sí que ha habido carencias, la víctima solía ser una excusa para
escribir la historia que al autor le interesaba, pero últimamente se le está
dando más trascendencia.
Y el
asesino: ¿quién mata y por qué en estas novelas?
Todo
aquel que quiere conseguir algo que sólo está a su alcance matando. En eso no
hemos cambiado nada desde la época de Caín y Abel.
¿Se presta
más atención a la investigación propiamente dicha o se busca más indagar en la
psicología de los personajes?
No hay
una tendencia clara, depende del autor, aunque sí es cierto que una buena
historia, sin unos personajes "vivos", acaba quedándose hueca y no
funciona.
En el medio
rural hay menos crímenes que en el urbano, pero también suelen ser más
brutales. ¿Se guían los autores por esa pauta social?
Sí, pero
más que una maldad mayor en el medio rural, hay quizás menos medios (o unos
medios diferentes) y menos educación lo que, lógicamente, influye hasta a la
hora de matar.
¿Qué papel
juega lo místico, las leyendas, lo sobrenatural en este ‘subgénero’?
Es algo
relativamente nuevo, motivado por la búsqueda de nuevos espacios para el género
y por la capacidad de mestizaje de éste, cada vez son más las novelas
históricas, de ciencia ficción o terror que incorporan elementos de la novela
policíaca o son directamente novelas negras ubicadas en otras épocas.