viernes, 13 de agosto de 2021

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 832.-ESTILO INDIRECTO (MANUEL QUINTO)


 Título: ESTILO INDIRECTO

Autor: MANUEL QUINTO

Editorial: JÚCAR

Colección: ETIQUETA NEGRA

Trama: Un grupo de amigos que se acercan a la cuarentena se reúnen en la casona rural de uno de ellos para pasar unos días tranquilos, comiendo, bebiendo y lo que surja. Una de las invitadas, enfermera en un hospital, les informa de un extraño suceso acaecido ese día, el ingreso casi clandestino de una mujer rubia de la que nadie sabe nada, ni siquiera los médicos y enfermeras del centro, lo que hará que especulen con lo sucedido, sobre todo cuando posteriormente aparezca calcinado por completo, en un bosque azotado por un incendio, el cadáver sin identificar de una mujer.

Personajes: El narrador, un imaginativo escritor de novelas policiales, propietario de la casa en la que se reúnen y que aún no se ha recuperado del todo de un fracaso matrimonial, Celia, enfermera argentina que salió de su país huyendo de la represión de la dictadura militar, hecho que aún la tiene marcada, Ricardo, viejo amigo del narrador, de cuando militaban en el Partido Comunista, de vuelta de todo y cuya máxima afición y preocupación es la gastronomía, Víctor, otro de los viejos compañeros del narrador y Ricardo, que al contrario que éste aún se mantiene en la lucha como líder sindical, Jacinto e Iriarte, pareja gay amigos de los anteriores, el primero más racional y reflexivo, el segundo un artista de espíritu impulsivo y anárquico, Rogelio, amigo de la infancia del narrador, con el que solía jugar a inventarse historias de detectives y que, si la ocasión lo merece, sigue jugando a eso, El Sonao, policía famoso por su brutalidad, amparándose en la impunidad que le proporcionan sus superiores.

Aspectos a Destacar: El propio título de la novela, “Estilo indirecto”, nos da la pista de que nos encontramos, de hecho, ante un juego meramente intelectual. No estamos, por lo tanto, ante una novela en la que un superdotado detective desentraña sentado en la más cómoda butaca orejera de su salón un crimen, sino ante una serie de especulaciones de un grupo de amigos que, sin embargo, aparecen completamente racionales y capaces de acertar plenamente al interpretar, a su modo, esa serie de extraños sucesos.

La Frase: El oficio de policía marca que no veas, claro, admitió Iriarte. No vamos a ser anarcos de salón y decir que todos los polis son unos degenerados, razonaba Jacinto. Hay gente detrás de ellos que los mueve y les obliga a cometer perrerías. Más importante que la mano armada es el que la sostiene y la anima a disparar.