martes, 19 de febrero de 2013

LAS MANOS DEL CARPINTERO (ALBERTO LADRÓN ARANA)


LA NOVELA: Ane, una joven de Pamplona que ha roto con su pareja y padece ciertos problemas de autoestima, decide mudarse temporalmente al solitario caserío que acaba de heredar de su abuelo recién fallecido, con la esperanza de reencontrarse a sí misma. Allí, sin embargo, hará un terrible descubrimiento que la pondrá sobre la pista de una serie de asesinatos cometidos varias décadas atrás. Del esclarecimiento de esos crímenes podría depender su propia vida, lo que la impulsa a sumergirse en una investigación que la trasladará en el tiempo a la Segunda Guerra Mundial y en el espacio a un derruido château cercano a Poitiers, a París y a la Línea Maginot, el conjunto de fortificaciones con el que Francia trató en vano de hacer frente a las tropas de Hitler. Para desentrañar el enigma, la protagonista contará con la ayuda de un ex policía bordelés; el lector, en cambio, con la del autor, que, con lenguaje ágil y sin permitir que en ningún momento decaiga el suspense, lo conducirá al inesperado desenlace.

EL AUTOR: Alberto Ladrón Arana nació en Iruña-Pamplona el año 1967. Ha realizado estudios de Magisterio y Psicología y trabajado para la Universidad Pública de Navarra. Ha ganado los premios para nuevos autores del Ayuntamiento de Iruña, el de fantasía de la Universidad del País Vasco y el Agustín Zubikarai de Novela Corta. En euskera ha publicado los siguientes títulos: Itzalaren baitan, Xake mate, Eguzki beltzaren sekretua, Arotzaren eskua (Las manos del carpintero, que es la que acaba de publicarse en castellano), Ahaztuen mendekua, Zer barkaturik ez y Piztiaten begiak.

TWIST (HARKAITZ CANO)


LA NOVELA: Twist tiene como punto de partida la desaparición y el asesinato de dos militantes de un grupo armado. Un tercer militante y amigo de ambos, Diego Lazkano, se siente responsable de su muerte porque fue él quien delató a sus compañeros. Durante más de veinte años se alimenta de las sombras de sus amigos, como si fuera su responsabilidad vivir sus vidas por ellos; como si fuera posible vivir tres vidas en una sola. Más allá de la realidad concreta del conflicto vasco que aparece en la novela, Harkaitz Cano plantea los desafíos que surgen cuando uno huye de su propia piel y se mete en la piel del otro. Una historia trepidante que habla de la culpa, del amor, de la traición, pero que es, sobre todo, un bello canto a la amistad.

EL AUTOR: Harkaitz Cano (Lasarte, Guipúzcoa, 1975) se licenció en Derecho en la UPV de San Sebastián y comenzó su andadura literaria con la creación del colectivo Lubaki Banda, en 1993. En 1994 publicó su primer libro de poesía, Kea behelainopean bezala. Después vendrían las novelas Beluna jazz (1996, publicada en castellano con el título Jazz y Alaska en la misma frase) y Pasaia blues (1999); una antología de cuentos publicada en castellano que reúne los mejores relatos del autor, Enseres de ortopedia inútil (2002), y El puente desafinado (2003), un libro de crónicas literarias de Nueva York. Actualmente está considerado uno de los valores más estables de la literatura vasca, tal como lo demuestra la gran aceptación de público que han tenido todas sus obras. Es colaborador habitual de varios periódicos del País Vasco, así como guionista de radio y televisión.

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS. 407.-EL GUARDIÁN INVISIBLE (DOLORES REDONDO)


Título: EL GUARDIÁN INVISIBLE
Autora: DOLORES REDONDO
Editorial: DESTINO
Trama: En las cercanías de Elizondo, la población más importante del Baztán, en Navarra, aparece muerta una niña, apenas adolescente. No es la única muerte sucedida en las mismas circunstancias, por lo que se sospecha de la actuación de un asesino en serie, a la que la prensa apoda "Basajaun" (señor del bosque, en euskera, ser mitológico de unos dos metros y medio de alto y larga cabellera, mantenedor del equilibrio en el bosque). Una inspectora de la Policía Foral, a la que se supone conocedora del territorio y sus costumbres, será la encargada de investigar el caso, pero su vuelta le obligará a enfrentarse a los fantasmas de su propio pasado.
Personajes:. Amaia Salazar, inspectora de la Policía Foral Navarra, que ha realizado un cursillo de investigación criminal en Quantico (sede del FBI), la menor de tres hermanas, que huyó del pueblo debido a sus malas relaciones con su madre, Flora, hermana mayor de Amaia, la mujer "fuerte" de la familia, que se hizo cargo del negocio familiar, Ros, la hermana mediana, más débil de personalidad, casada con Freddy, un parásito que no trabaja, preocupado sólo por jugar a la "Play Station" y estar todo el día tumbado en el sofá, Engrasi, la tía de las hermanas, que ejerció de "madre adoptiva" de Amaia, licenciada en Psicología por La Sorbona, pero que volvió al pueblo para dedicarse al tarot, Víctor, exmarido de Flora al que ésta dejó por su alcoholismo, pero que se ha vuelto abstemio e intenta recuperarla, Montes, inspector de la Policía Foral, recién divorciado y resentido con Amaia porque piensa que le ha quitado el caso, Jonan Etxaide, antropólogo y arqueólogo metido a policía, fiel subordinado de Amaia, James, escultor norteamericano residente en Pamplona, marido de Amaia.
Aspectos a Destacar: La utilización, dentro de una novela negra dura, cruda y real, de elementos mitológicos procedentes de la cultura tradicional euskaldun, en una trama en la que no sobra nada y que se cierra impecablemente / La caracterización psicológica y humana de los personajes principales.
La Frase: En su cabeza aún perduraba la pregunta del agente Dupree: ¿qué está obstruyendo el canal de la investigación? Como siempre, la brillantez de aquella mente prodigiosa le abrumó; no en vano, y a pesar de sus extravagantes métodos, era uno de los mejores analistas del FBI. En apenas treinta minutos de conversación telefónica, Aloisius Dupree había diseccionado el caso, y a ella, y con la pericia de un cirujano había señalado el problema con la misma seguridad con la que se clava una chincheta en un mapa. Aquí. Y lo cierto es que ella lo sabía también, lo sabía antes de marcar el número de Dupree, lo sabía antes de que él contestase desde las orillas del Misisipi. Sí, agente especial Dupree, había algo que obstruía el canal de la investigación, pero no estaba segura de querer mirar al punto que señalaba la chincheta.