LA NOVELA: El Agente X es diferente a todo lo que la ciencia moderna ha presenciado hasta ahora: un virus que se propaga rápidamente y que convierte a los infectados en maníacos delirantes a la caza de los pocos supervivientes que quedan en el planeta.
Una de esas supervivientes es Lulú, una adolescente que no contrae el virus por una afección médica poco común. Inmune al Agente X y testigo de la brutal degeneración de su propia madre, Lulú huye hacia el norte, el único lugar de la Tierra que se rumorea que es seguro. Pero lo que allí le espera es tan imprevisto y aterrador como lo que ha dejado atrás…
RESEÑAS: ’28 días después se mezcla con 'El señor de las moscas'… Escalofriante. (A. J. Matthews, autor de Unbroken)
Un triunfo de alcance épico y totalmente impredecible, sostenido por una de las voces más refrescantes y únicas de la ficción moderna. (Nate Kenyon, autor de The Bone Factory)
A menudo, la ficción de género destaca más por sus ideas que por la buena escritura, pero no es el caso de Agente X. Es una obra maestra en cada una de sus páginas. Un clásico moderno. (Locus)
Me encantó la novela y he de decirle a Greatshell que fue una de las mayores inspiraciones para mi libro Monster Island. Aprendí muchas cosas que ahora estoy tratando de poner en práctica en mi propia forma de escribir. (David Wellington, autor de Monster Island)
EL AUTOR: Walter Greatshell nació en California, EE. UU., en 1962. Vivió en cinco países diferentes hasta que se instaló en Estados Unidos definitivamente. Ha realizado los trabajos más variopintos: desde pintor de casas hasta periodista y crítico en un periódico local, pasando por técnico de submarinos nucleares.
A los dieciséis años vendió su primer relato, y desde entonces no ha parado de escribir. En los periodos en los que no escribe novelas de terror o de ciencia ficción, tiene algún escarceo con la ilustración freelance, sobre todo de libros infantiles, cómics o novela gráfica, y con la actuación teatral, que lo ha llevado a participar en algunas obras locales.
A los dieciséis años vendió su primer relato, y desde entonces no ha parado de escribir. En los periodos en los que no escribe novelas de terror o de ciencia ficción, tiene algún escarceo con la ilustración freelance, sobre todo de libros infantiles, cómics o novela gráfica, y con la actuación teatral, que lo ha llevado a participar en algunas obras locales.