Título: ECLIPSE EN MADRÁS
Título
original: NUIT BLANCHE À MADRAS
Autora: SARAH DARS
Editorial: BARATARIA
Trama: Cuando una joven perteneciente a la casta superior
de la India, la de los “brahmanes”, desaparece, su familia, aparte de poner el
asunto en manos de la policía se pondrá en contacto con un miembro de la misma
casta, un médico que pese a no ser detective ni policía, tiene habilidades en
dicho campo. Pero cuando esa misma joven aparezca asesinada, sin cabeza además,
el asunto se complicará aún más.
Personajes: Doc,
médico perteneciente a la casta “brahmán” que después de haber estudiado la
medicina oficial en universidades occidentales ha acabado especializándose en
la medicina tradicional hindú, la ayurvédica, y que ejerce en ocasiones como
detective aficionado, Arjun, amigo y confidente de Doc, sensato y racional
aunque sea también un amante del pensamiento tradicional, la señora Mitra, mujer
perteneciente a la casta “brahmán”, acérrima defensora de las costumbres
tradicionales, tía y madrastra de las gemelas Surya y Chandra, cuyos nombres
significan respectivamente Hija del Sol e Hija de la Luna, y cuyos caracteres
son tan opuestos como los de ambos astros, Krishna, ayudante de Doc y Arjun,
que últimamente se caracteriza por su torpeza, el inspector Gopan, policía que
confía en las habilidades de Doc aunque a menudo intenta hacer cree que está
por encima de él, Gokul, joven mujeriego, amante de Surya, que pese a
pertenecer a una casta inferior es miembro de una adinerada familia, la
señorita Rakesh, novia oficial de Gokul, perteneciente también a una familia
muy rica, deseosa de emparentar con la de Gokul.
Aspectos
a Destacar: El contraste y la lucha que
se produce dentro de la India entre la modernidad y apertura a Occidente y la
conservación y mantenimiento de sus tradiciones milenarias así como las
producidas por las diferencias entre las diversas castas, abolidas legalmente,
pero que siguen presentes en su realidad cotidiana.
La Frase: La
verdad debe triunfar. O debería, con la ayuda de una gran dosis de olfato y un
poco de buena suerte. O por lo menos, una parte de la verdad, porque ¡quién
puede llegar a conocerla nunca entera! Por otra parte, ¿existe una sola verdad?
Yo prefiero hablar de verdades, o medias verdades, puesto que nunca he sido lo
que se llama un justiciero, ni pienso llegar a serlo. Aunque, bien mirado, es
la curiosidad lo que me incita a meterme en asuntos que no me conciernen.