martes, 16 de marzo de 2021

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 807.-MANOS ENSANGRENTADAS (ARITZA BERGARA)

 

Título: MANOS ENSANGRENTADAS

Autor: ARITZA BERGARA

Editorial: EGUZKILORE LIBURUAK

Trama: Tras un exitoso atraco a un banco, el “cerebro” de la operación acaba con sus cómplices para quedarse con todo el botín. Pero alguien se ha enterado de lo ocurrido y le ofrece --más bien le obliga a-- trabajar con él en un negocio de tráfico de recién nacidos. Ambos asuntos harán que la Ertzaintza inicie una investigación, sin sospechar que ambos casos están relacionados.

Personajes: Martín Alustiza, personaje recurrente de muchas de las novelas del autor, periodista de investigación, que utiliza su profesión para intentar combatir las injusticias que asolan nuestra sociedad, Iratxe Arribalzaga, ertzaina amiga de Alustiza, seria y eficaz, que no comulga con los politiqueos a los que se ve sometida en el desempeño de su trabajo, Jona than Freijomil, pequeño delincuente, un duro chuleta de bario, que cree que ha llegado el momento de iniciarse en asuntos más importantes que los simples robos o trapicheos, Laia Goikuria, antigua agente de la división de policía científica de la Ertzaintza, viuda de un ertzaina que tenía mucha relación con Alustiza y cuya muerte afectó considerablemente al periodista, Jon Tomas, superior en la Ertzaintza de Iratxe, un hombre que nada entre dos aguas ya que pretende estar abierto a sus subordinados, pero acatando siempre las directrices políticas que recibe.

Aspectos a Destacar: El tratamiento de un tema poco explorado en la novela negra actual, la trama del robo de niños, aunque no desde una perspectiva histórica como la de los impunes robos de niños sucedidos durante el franquismo sino completamente actual / La ambigüedad moral de uno de los personajes principales, intentando autojustificarse con un discurso interior en contra de los poderosos pese a que se haya puesto a su servicio.

La Frase: Poco a poco se fue mentalizando. Aquel era su cometido. ¿Acaso eran mejores los banqueros, que embargaban las viviendas de las familias más humildes, las más necesitadas, sin pensar en las personas? Él mismo lo había sufrido en sus propias carnes. ¿Acaso eran mejores los miles y miles de soldados que jugaban a la guerra para defender los intereses de los poderosos en nombre de tal o cual país, en nombre de tal o cual bandera? ¿O tal vez fueran mejores los políticos, que robaban cuanto podían del erario público, reduciendo de ese modo las partidas destinadas a sanidad, a educación, a cooperación, a gasto social?