Título
original: THE DAUGHTER OF
SHERLOCK HOLMES
Autor: LEONARD GOLDBERG
Editorial: BÓVEDA
Trama: Aunque el doctor Watson, el leal amigo y escudero
de Sherlock Holmes ya es un anciano, sigue viviendo en el 221B de Baker Street
y todavía aparecen por allí muchas personas que piensan que se le ha pegado
algo del desaparecido detective y puede solucionar sus problemas. Como una
joven que cree que el suicidio de su hermano no es tal suicidio y le pide que
averigüe qué ha ocurrido. Pese a su edad aceptará ayudarla, pero no estará
solo, ya que contará con el auxilio de su propio hijo y de una joven enfermera
que parece atesorar todas las cualidades que hicieron de su viejo amigo el
detective más grande de Londres.
Personajes: El
doctor Watson, el viejo amigo y compañero de Sherlock Holmes, que aún mantiene
su ilusión por participar en aventuras detectivescas, John Watson Jr., hijo del
anterior, que ha heredado de su padre no sólo su vocación de médico, sino
también su afición por embarcarse en investigaciones policiales, Joanna Black, joven
viuda que, al parecer, es hija de Sherlock Holmes y que como su progenitor
tiene una mente extraordinariamente ágil, Lestrade, descendiente del policía
que colaboraba o entorpecía, según los momentos, con Holmes, que ha heredado
también de su padre esa misma actitud, Christopher Moran, médico y amigo del
presunto suicida, hijo de uno de los mayores enemigos de Holmes, el coronel
Moran, Martin Morris, secretario de Moran, por el que no parece sentir mucho
afecto, Willoughby, patólogo y jefe en el hospital en el que trabajan de Watson
Jr., tan engreído como incapaz.
Aspectos
a Destacar: Estamos ante un nuevo
pastiche sherlockiano en el que se recrea a una supuesta hija de Sherlock
Holmes y de Irene Adler, la única mujer que consiguió derrotarlo y cuya
inteligencia era pareja a la del famoso detective, que incluye la peculiaridad
de que el resto de personajes que aparecen en la novela son también descendientes
de aquellos con los que convivió el Sherlock original en los relatos y novelas
de Conan Doyle.
La Frase: Oh
claro, tuve mis objeciones --dijo sir Henry--. Pero también entiendo a Joanna.
Es una mujer muy inteligente, diez veces más lista que la mayoría de los
hombres, con una mente que trabaja como una trampa de acero. Una vez que algo
entra, ya no puede escapar.
