Título: MORIR NO ES TAN FÁCIL
Título
original: RUBBERNECKER
Autora: BELINDA BAUER
Editorial: ROCA
Trama: La llegada a la Universidad de Cardiff de un
estudiante con síndrome de Asperger, empeñado en estudiar Anatomía para
intentar comprender, diseccionando los cuerpos ajenos, qué le ocurrió a su
padre tras su muerte, traerá consecuencias inesperadas, como que el estudiante
sospeche que el cadáver que está estudiando no falleció de muerte natural, sino
que fue asesinado. Pero su incapacidad para comunicarse con sus semejantes
dificultará extremadamente su investigación.
Personajes: Patrick
Fort, joven con síndrome de Asperger que quiere estudiar Anatomía, obsesionado
por la muerte de su padre y saber qué ocurre después, su madre Sarah, que se
siente culpable por no entenderle y no quererle como se debe querer a un hijo,
Meg, compañera de Patrick, joven amable y compasiva, que siente aprecio por él,
Tracy Evans, enfermera al cuidado de los pacientes en coma de un hospital, cuya
única obsesión es "cazar" a un hombre rico, Spicer, joven doctor que
sirve de guía y apoyo, además de profesor, de los estudiantes de Anatomía,
Lexi, joven alcohólica, de vida desordenada, al parecer hija del hombre que
donó su cuerpo a la ciencia y del que Patrick piensa que fue asesinado, Emrys
Williams, policía hastiado de su trabajo y resignado a no triunfar en su
profesión, al que una serie de circunstancias relacionadas con la obsesión de
Patrick parecen hacerle revivir.
Aspectos
a Destacar: La incursión, dentro de la
novela negra, de un tema como el síndrome de Asperger, una especie de autismo
en el que la persona afectada sufre dificultades en su relación social así como
en su comunicación con el resto de las personas, en una trama en la que, al
mismo tiempo que nos muestra cómo condiciona ese síndrome al protagonista, se
sirve de las obsesiones de ese protagonista para llevar la investigación de un
modo coherente e impecable / Novela ganadora del Premio Theakstonds Old Peculier
a la mejor novela negra de 2014.
La Frase: Patrick, todo lo que vemos en la sala de disección
es la secuela física de una vida. Un estudiante de Medicina empieza su viaje
con la muerte y va trabajando hacia atrás. El chico torció el gesto y repuso:
pero yo quiero empezar con la muerte y trabajar hacia delante. El profesor dejó
escapar una risilla. Los muertos no nos hablan, Patrick, aunque nuestra vida
sería muchísimo más fácil si fuera así. Los médicos pueden buenamente descubrir
los mecanismos de cómo murieron, pero se les niega la comprensión del porqué o
de qué les pasa después de morir. Para resolver esos acertijos, creo que
tendrías que consultar con un detective... y un cura.