martes, 14 de agosto de 2012

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 376.-EL SANTO EN NUEVA YORK (LESLIE CHARTERIS)


Título: EL SANTO EN NUEVA YORK
Título original: THE SAINT IN NEW YORK
Autor: LESLIE CHARTERIS
Editorial: BRUGUERA
Trama: Un millonario neoyorquino contrata al Santo para que “limpie” la ciudad de delincuentes, como venganza por el secuestro y asesinato de su hijo. Para conseguirlo tendrá que eliminar a varias personas de una lista que le han proporcionado, pero la cosa no será tan fácil porque tanto delincuentes como policías saben que se encuentra en la ciudad y lo que pretende.
Personajes: Simon Templar, el Santo, aventurero inglés con un sentido de la justicia y un cinismo, autoestima y desparpajo muy elevados, el inspector John Fernack, policía honrado y eficaz, que en el fondo simpatiza con la labor que tiene que realizar El Santo, pero obligado, por su defensa de la ley, a buscarle para detenerle y entregarle a la justicia, William Valcross, el hombre que contrata al Santo, millonario al que no le importa gastar su fortuna con tal de acabar con los hombres que secuestraron y mataron a su hijo,  Dutch Kuhlmann, jefe de uno de los más importantes grupos de delincuentes, feroz y despiadado, Heimie Felder, uno de los hombres de Kuhlmann, con una habilidad innata para sobrevivir, Fay Edwards, enigmática y atractiva joven que parece ser el enlace entre el grupo de Kuhlmann y “El Número Uno”, el desconocido personaje que mueve los hilos de la delincuencia en la ciudad.
Aspectos a Destacar: “El Santo” fue uno de los personajes emblemáticos de las novelas de aventuras de los años 80, casi un superhéroe sin poderes, que dio lugar a una serie de televisión muy famosa en los años 70 protagonizada por Roger Moore, el actor que encarnó a james Bond, el agente 007, tras Sean Connery.
La Frase: A usted se le contrata para conseguir que todos los canallas y pandilleros de esta ciudad se pongan sus chanclas cundo llueve para abrigarlos bien, y para asegurarse de que no atrapen un resfriado. Los ciudadanos de Nueva York le pagan para asegurarse de que los únicos crímenes son los cometidos por los sujetos con influencia política.