Título: EL PRÓXIMO FUNERAL SERÁ EL TUYO
Autora: ESTELA CHOCARRO
Editorial: MAEVA
Trama: Una joven especialista en arte,
que trabaja en la Fundación Gala-Dalí, de Figueres, decide ir, aprovechando sus
vacaciones, al pueblo de sus antepasados, Cárcar, en Navarra, en el que nunca
había estado, para encontrarse con sus orígenes y averiguar quién fue en
realidad su abuelo. Pero pronto se encontrará rodeada de una muralla de
recelos, ya que al parecer su abuelo estuvo implicado en la muerte de una joven
en el lejano año 1945.
Personajes: Rebeca Turumbay, profesora de Historia del Arte,
acostumbrada a la vida urbana más que a la del pueblo, que observa con
desconcierto lo que ocurre a su alrededor en una pequeña localidad, Víctor
Yoldi, periodista que se dedica a vivir tranquilamente como corresponsal de un
diario navarro en la zona en la que vive, simpático y despierto, Jonás Sádaba,
camarero de un bar del pueblo, un ligón rural obsesionado porque su padre le
abandonó cuando aún era un niño, Daniel González, apodado el Gallardo desde que
era joven, que pese a sus orígenes es un pintor nada desdeñable, Aurora
Urbiola, madre de Jonás, mujer arisca y huraña, hermana de la joven asesinada
en el año 1945, a la que no le agrada que se empiecen a remover viejas
historias, Anastasia Chalezquer, anciana que ha pasado toda su vida en el
pueblo y no desea que desaparezca la tranquilidad en la que vive, Patricio el
Gitano, amigo de Daniel el Gallardo, anciano sensato y prudente.
Aspectos a Destacar: Aunque la novela negra se
considera un género eminentemente urbano, Estela Chocarro ha sabido exprimir,
en una novela llena de intriga y suspense, las viejas historias de recelos,
enemistades e incluso crímenes que anidan en las localidades menos pobladas y,
aparentemente, más bucólicas de nuestro país.
La Frase: Los recuerdos de toda una vida
se amontonaban en su cabeza mientras daba vueltas alrededor de la iglesia. Cuatro
minutos para resumir ochenta años ¡Qué ironía! Y ahora, de repente, una
inesperada visita había acabado con la tranquilidad de una existencia en la que
cada minuto del día sabía qué le traería
el siguiente. ¡Hacía tantos años que no había vuelto a pensar en ella! El
nombre de la chica comenzó a golpearle en las sienes como un martillo. Celia Urbiola,
Celia Urbiola, Celia Urbiola...