Título: LA IRA DE LOS ÁNGELES
Título original: THE WRATH OF ANGELS
Autor: JOHN CONNOLLY
Editorial: TUSQUETS
Trama: En una zona extremadamente boscosa de Maine, donde
muy poca gente es capaz de penetrar y desenvolverse sin problemas, hace años
cayó un avión del que no se sabe nada, porque ni siquiera estaba anunciado su
vuelo. Pero unas cuantas personas conocen su existencia y están interesadas en
descubrirlo, aunque para ello deban pasar por encima de todo y de todos.
Personajes: Charlie
Parker, detective que dejó la policía tras ser asesinadas su mujer y su hija,
que aún vive atormentado por ese hecho y posee un extraño sexto sentido que le
hace ver siempre más allá de lo que se percibe con los demás sentidos, Louis y
Ángel, extraña e inquietante pareja homosexual de asesinos a sueldo, el primero
frío, elegante y calculador, de raza negra, el segundo un latino más
sentimental y desaliñado, aunque igual de implacable si es necesario, amigos y
colaboradores de Charlie Parker, El Coleccionista, asesino en serie que se
considera a sí mismo un justiciero y piensa que hay que erradicar la maldad del
mundo, aunque sea utilizando sus mismos métodos, el rabino Epstein, un anciano
judío especialista en las viejas escrituras, cuyo hijo murió asesinado, que
lucha contra los mismos enemigos que Parker aunque no acabe de fiarse totalmente
de él, Liat, joven sordomuda colaboradora del rabino y leal a él por encima de
todo, Darina Flores, hermosa y enigmática mujer, acostumbrada a matar y que, al
parecer, está a la orden de un oscuro grupo de personas denominados “Los
Patrocinadores”.
Aspectos
a Destacar: Si ya desde sus primeras
obras Connolly se ha caracterizado por fusionar el género negro con aspectos
sobrenaturales o esotéricos, en esta novela se acentúa aún más esa tendencia,
pero no como un giro hacia la comúnmente denominada novela fantástica, sino de
un modo más sombrío. Podría decirse que si Lovecraft hubiese escrito novela
negra, el resultado habrían sido las novelas de John Connolly.
La
Frase: ¿Qué clase de hombre ruega
por la vida de otro que ha abierto en canal a su mujer y a su hijo?, se había
preguntado el juez Douglas: un buen hombre, fue la respuesta, un hombre digno
de salvación. Pero ¿qué clase de hombre quita la vida a aquel que ha asesinado
a su mujer y su hija? ¿Un hombre vengativo? ¿Un individuo movido por la cólera,
emponzoñado por el dolor?