El
padre de Xabier Ugarte está refugiado. Una mañana de octubre de 1983, su esposa
y tres hijos suben al tren que los llevará a Hendaia, junto a él, llenos de
duda e incertidumbre ante su nueva vida. Aun así, todavía no son conscientes
del ambiente de guerra que se respira alrededor. Son los tiempos del GAL: los
mercenarios acechan y pronto se sucederán los atentados, las muertes, las
detenciones y las deportaciones. La mirada inocente de Xabi nos acerca a
aquellos años de plomo.