Título: UN DIAMANTE AL ROJO VIVO
Título original: THE HOT ROCK
Autor: DONALD WESTLAKE
Editorial: JÚCAR
Trama: Nada más salir Dortmunder de la
cárcel, donde ha estado debido a su mala suerte, un colega le propone dar un gran
golpe: robar un diamante valorado en medio millón de dólares, por cuenta del
gobierno de un país africano. Aunque al principio no lo ve claro, decide
aceptar el trabajo ya que su futuro más inmediato es el de ganarse la vida
malamente vendiendo enciclopedias. Su único problema estribará en que se trata
de un encargo endemoniado, que cada día se irá complicando un poco más,
debiendo preparar hasta seis golpes distintos para intentar conseguirlo.
Personajes: Dortmunder (John
Archibald), treintañero que pese a su aristocrático nombre de pila se dedica a
la delincuencia, eso sí, sin violencia y sin sangre. Un genio para preparar
planes, que casi siempre suelen fallar no por estar mal elaborados sino por
pura y dura mala suerte, Kelp, amigo y compañero de Dortmunder, en el que confía
ciegamente con optimismo incorregible, el coronel Iko, embajador de la República
de Talabwo, el hombre que contrata a Dortmunder y su banda para recuperar el
diamante, aunque quizás tenga sus propios planes, Stan Murch, conductor de la
banda, un apasionado de los coches cuya máxima afición es escuchar discos con
sonidos de carreras automovilísticas, Roger Chefwick, experto cerrajero
aficionado a los ferrocarriles, y que si no perteneciera a la banda de
Dortmunder sería el perfecto marido americano de clase media, Alan Greenwood, el
hombre que se dedica a la vigilancia dentro de la banda, aunque él prefiera vigilar
y cuidar jovencitas de buen ver, Rollo, propietario del bar en que se reúnen
los hombres de Dortmunder, a los que conoce perfectamente, aunque les llama por
el nombre de sus bebidas, no por el suyo propio.
Aspectos a Destacar: Primera novela de la serie Dortmunder
escrita por el Gran Maestro de la Novela Negra (según la "Mystery Writers
of America" y sus lectores), Donald Westlake, que fue llevada al cine con
protagonismo de Robert Redford y George Seagal, y que es una muestra, a la que
tan proclive fue Westlake, de la perfecta sintonía entre género negro y humor.