Título: EL LEGADO DE LOS ESPÍAS
Título original: A LEGACY OF SPIES
Autor: JOHN LE CARRÉ
Editorial: PLANETA
Trama: Han pasado ya más de cinco
décadas desde que tuvo lugar la operación de contrainformación que John Le Carré
narra en “El espía que surgió del frío”. Pero aunque sus protagonistas están
muertos o enterrados el pasado no lo está, y una demanda civil que los hijos de
algunas de las víctimas colaterales de la operación plantean contra el “Circus”,
el nombre que sus propios agentes daban al servicio británico de inteligencia,
obligará a uno de sus hombres ya retirado, Peter Guillam, colaborador de George
Smiley, el legendario director del servicio, desde la primera de sus aventuras
transcritas por John Le Carré en “Llamada para el muerto”, a abandonar el refugio
de su Bretaña natal para narrar, ante los actuales superiores del servicio, los
entresijos de aquella operación.
Personajes: Peter Guillam, antiguo miembro del “Circus”, el servicio
de espionaje británico, ya retirado, siempre fiel a George Smiley, aunque escéptico
y dubitativo, Conejo y Laura, actuales abogados del servicio, más preocupados
por proteger a la institución del escándalo que a sus antiguos agentes, Tabitha,
abogada de Guillam, aunque no se sabe si lo es también der servicio, aguda,
inteligente y desconfiada, Christoph, hombre de tan gran corpulencia como
escasa inteligencia, que intenta chantajear al “Circus” acusándole de la muerte
de su padre, Alec Leamas, el viejo agente que protagoniza “El espía que surgió
del frío”, George Smiley, antiguo profesor de Literatura reconvertido en
maestro de espías, al que su humanismo jamás le impidió ejercer su profesión,
Millie McCraig, antigua agente, religiosa, partidaria de los viejos usos y
leal, por encima de todo, a Smiley.
Aspectos a Destacar: Si en muchas ocasiones,
cuando se publica una nueva novela de espionaje, se dice del autor que es el
“sucesor de John Le Carré”, esta magnífica novela nos indica que el único
sucesor de un genial y lúcido John Le Carré sólo puede ser el propio John Le
Carré.
La Frase: No éramos despiadados, Peter.
Nunca fuimos despiadados. Teníamos una piedad más amplia. Quizá mal dirigida. Y
sin duda inútil. Ahora lo sabemos. Pero entonces no lo sabíamos.