lunes, 14 de diciembre de 2009

VASCOS Y CRIMINALES: AINGERU EPALTZA


AINGERU EPALTZA, en palabras de la experta en Literatura en euskera Mari Jose Olaziregi es uno de los escritores más importantes del panorama literario actual. Profesionalmente es Licenciado en Ciencias de la Información y tras trabajar en diversas publicaciones periódicas en la actualidad es traductor en el Gobierno de Navarra. Su trayectoria como escritor es muy extensa y prolífica, así como versátil, tanto en la literatura para adultos como en la literatura infantil y juvenil, teniendo en la primera dos notables novelas que pueden adscribirse al género negro, Ur uherrak (Aguas turbias) y Rock’n’Roll, traducida al castellano con el mismo título.

UR UHERRAK (AGUAS TURBIAS):

Jazinto es un viejo bertsolari, casi acabado, solitario. Le quedan pocos amigos y ahoga sus dolores y fracasos en vino. Billie es joven, negra, hija de un padre blanco. Juanito, un ex-marine sumido en el alcohol. También ella está sola, rechazada por el color de su piel, hasta que descubre que puede componer y cantar. Jazinto y Billie son los dos personajes centrales de Agua turbias y en torno a ellos se mueve y actúa todo un pueblo: el alcalde, los concejales y seguidores de distintos partidos, los taberneros, los jóvenes, la prensa, la guardia civil... Todas las mezquindades, odios, prejuicios, salen a la luz. Ello queda reflejado con irónica desnudez; nadie escapa a la penetrante mirada de Epaltza. Pero el libro no se limita sólo a la descripción de un retrato coral, por certera que ésta sea, y a lo largo de la narración va creando una compleja y sólida trama en la que se enlazan todos los personajes hasta llegar a un final apoteósico, trágico y quizá en cierta manera liberador. Conjugando la música de blues con las coplas de los bertsolaris, en un estilo narrativo eficaz, cuidado y muy personal, Epaltza nos ofrece con este libro una de las mejores novelas escritas en lengua vasca en los últimos años.


ROCK’N’ROLL (ROCK’N’ROLL):

Una mujer que le acaba de echar de casa. Un trabajo poco reconocido y peor remunerado como redactor de sucesos en el segundo periódico de la provincia. Un hijo en el que le resulta imposible reconocerse. Unos amigos a los que apenas ve y que cada día siente más lejanos. Una abstinencia sexual agudizada por un hermano que parece disfrutar exhibiendo delante de él sus conquistas amorosas. Una ciudad hostil, en la que, a la sombra de los poderes políticos y económicos, los retoños de las viejas familias patricias hacen negocios con la última hornada de triunfadores. Por supuesto, Eduardo Saragueta -leer Saragüeta- no se cuenta entre estos últimos. Sin más ayuda que la ginebra, un tocadiscos salvado del desguace y la nostalgia de los años jóvenes, se bandea malamente en la peor crisis de su vida cuando una llamada le informa de la aparición del cadáver de una anciana flotando en el lecho del río. En cualquier otra época del año el hecho no habría merecido más de una docena de líneas en la esquina derecha de una página par. Pero estamos en agosto, y en agosto cualquier suceso, hasta el más intrascendente, puede pasar a ocupar la primera plana de un periódico. El rock'n'roll ha comenzado.

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