viernes, 9 de julio de 2010

FERIA DEL LIBRO DE DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

Artículo publicado en el Diario Vasco el 9 de julio de 2010. Redactora: María Pagola.

Tras un año en el que la mala situación económica ha sido la fatídica compañera de prácticamente todos los hogares, llega la Feria del Libro y del Disco de San Sebastián. Mientras la mayoría de ciudadanos sudan la camiseta para llegar a fin de mes, sus múltiples vendedores aseguran unánimemente que se nota poquito la crisis.
Desde todos los stands coinciden en que la desinformación sobre la Feria ha sido su peor enemigo. Mucha gente no sabía ni que estábamos aquí, no se le ha dado bombo y platillo, asegura Roberto Rodríguez, representante del Círculo de Lectores. Son muchas las personas que se acercan confundidas a la Feria. Juan Carlos Irizar, músico y vendedor, comenta que vienen y preguntan, ¿esto qué es?, eso sí, suele ser gente de la provincia, los donostiarras tienen más claro de que se trata. La falta de comunicación acerca del evento también ha hecho mella en la escasez de ventas de discos, no recuerdan que también se trata de una Feria de Discos. Parte de culpa la tenemos nosotros porque hacemos más incidencia en el libro que en el disco, a pesar de que éste esté un 15% descontado, sostiene Irizar, responsable del puesto de Erein Argitaletxea.
Los niños son los clientes estrella dentro de la Feria, a juicio de Eider Gorostidi, vendedora del Grupo Elkar, tener libros para niños ayuda para aprovechar y vender también a sus padres. Dentro de la Feria hay compradores de toda índole, pero, sobre todo, la gente relativamente joven, de entre 25 y 45 años, comenta Kepa Murua, escritor y responsable de la caseta de la Editorial Bassarai. El Círculo de Lectores / Galaxia Gutenberg es la excepción de la Feria, recopila mayor variedad de lectores, ya que se trata de un sello que trabaja a largo plazo con sus clientes. Es por eso que tenemos a gente joven, gente más mayor y adultos, asegura Roberto Rodríguez. Además, la gente que no tiene tiempo para irse a Garbera o a Txingudi a comprar libros, acude a nosotros y se lo mandamos a casa, es más fácil, concluye Rodríguez.
La afluencia de público en la Feria es inconstante, el fin de semana ha tenido una pequeña subida, pero a partir del lunes, con el buen tiempo, la gente se ha ido a la playa, sostiene Juan Carlos Irizar desde el stand de Erein Argitaletxea. A diario, los donostiarras pasean por la Plaza Guipúzcoa, algunos hacen un alto en el camino, otros, en cambio, pasan de largo. Según la vendedora de la editorial Elkar (Abarka), Eider Gorostidi, los que van a la playa no pasan por aquí para comprar, puede que se lleven algo para leer, pero la mayoría pasa de largo. Los momentos de mayor movimiento dentro de la Feria son entre la una y las dos del mediodía, cuando la gente sale de trabajar; si no, entre las seis y las ocho, recalca Kepa Murua. Aún así, no siempre se sigue el mismo patrón, los días de fútbol aquí no hay ni un alma. Este deporte repercute directamente en la cultura, asegura Juan Carlos Irizar.
Según los vendedores de la caseta del Grupo Elkar, el género más vendido en la Feria del Libro y del Disco es la novela histórica. Libros como El tiempo entre costuras o La Brecha están teniendo gran acogida en el público. Asimismo, las novelas policíacas o de misterio gustan mucho, por ejemplo, el último libro de José Javier Abasolo, "Pájaros sin alas", una trama que se desenvuelve en Bilbao, está teniendo un éxito considerable, aclara Irizar. Por otra parte, editoriales más modestas como Bassarai apuestan más por libros de poesía, de arte, novela de calidad, en definitiva, nuestro público es más selectivo, asegura Kepa Murua. Reconoce que los libros un poco independientes vienen un poco a desmano de la gente, si no lo conocen, pasan de largo. No todas las casetas de la Feria están enfocadas a un lector de novela popular, algunos stands se dirigen a un público más concreto. Javier Etxeberria Vidaurreta vendedor de uno de los pocos puestos con ejemplares alternativos de la Feria, asegura que saben quién soy, aquí viene la gente de siempre, la que demanda otro tipo de lectura. Entre sus obras se encuentran libros con temática erótica, filosófica o de psicología social. Destaca que libros como 'El Infierno es un lugar seguro', de Charles Bukowski o los cómic de Corto Maltés son clásicos que nunca faltan en su expositor.

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