Título: LA ESTRATEGIA DEL PEQUINÉS
Autor: ALEXIS RAVELO
Editorial: ALREVÉS
Trama: El contacto en Las Palmas de un importante
traficante ha perdido un envío, envío que de todos modos tiene que pagar si no
quiere sufrir las consecuencias, pero se trata de una cantidad de la que no
dispone en esos momentos. Por eso, para solucionar el problema, se le ocurre
atracar al hombre de confianza en la ciudad de su jefe, que es quien blanquea
el dinero, y para que no se levanten sospechas contra él, contratará a gente
que no pertenece a su organización, lo que acabará originando aún más
problemas.
Personajes: Júnior, pequeño capo del tráfico
de drogas canario, mediocre, violento aunque bastante aburguesado y poco de
fiar, Felo, su hombre de confianza, partidario de los métodos expeditivos
cuando hay que tratar con alguien, Miralles el Turco, jefe máximo del grupo,
más bien un gran empresario que un hombre de acción, sólo que sus negocio es el
tráfico de drogas, Remedios, su mujer, que aúna su belleza con una cabeza fría
para los negocios, Pepe Sanchís el Gordo, antiguo policía corrupto, pero
inteligente, que es la mano derecha del Turco, El Rubio, endurecido delincuente
que se retiró por amor a su esposa, y decide volver a la acción a causa de la
enfermedad de ésta, Cora, prostituta de lujo ya en declive, que ve cómo se le han
pasado los años sin haber resuelto su vida, Tito el Palmera, camarero en paro,
antiguo soldado, hombre tranquilo y escéptico, aficionado a los tangos y los
boleros, recién separado y cuya última ilusión es montar un bar, Larry, abogado
de buena familia, holgazán, mujeriego y fantoche, que se encarga de blanquear
el dinero del Turco.
Aspectos a Destacar: Una novela de perdedores que,
como toda gran novela de perdedores, es un canto a quienes han sido desechados
por inservibles en la sociedad / La novela negra canaria ha venido para
quedarse y Alexis Ravelo es uno de sus representantes más conspicuos e
interesantes, al que hay que seguir no sólo en ésta, sino también en sus
novelas protagonizadas por Eladio Monroy.
La Frase: Cora se había acostado en cientos de hoteles
con cientos de hombres distintos. En todas las posturas, de todas las formas.
Pero jamás había sentido lo que había sentido esa noche. Acaso porque todas las
personas que había encontrado a su paso durante todo el día la habían tratado
de forma cariñosa. Acaso porque Tito le inspiraba una ternura inédita. No
alcanzaba a entender bien por qué, pero el hecho es que estaba comenzando a
descubrir que el mundo, aunque fuera una mierda, no tiene por qué apestar
siempre, si uno se rodea de la gente adecuada.
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