No es habitual, por desgracia, aunque algo hemos mejorado en
los últimos tiempos, el trasvase de obras entre euskera-castellano y
castellano-euskera. Por eso tiene aún más mérito, y demuestra la solidez de la
obra y la confianza que en ella ponen sus editores, que la novela de Aingeru
Epaltza, Ur uherrak (Agua turbia), se vuelva a publicar en
castellano y por una editorial distinta a la que la publicó por primera vez.
A quienes ya la hemos leído no nos sorprende, por supuesto,
y quienes aún no se han acercado a ella y no sepan euskera tienen una nueva
oportunidad de leer una obra que no les dejará indiferentes.
Un pueblo inconcreto
de una geografía que podría corresponderse con la Navarra Atlántica. Un delgado
río que lo atraviesa en su camino al mar. Y a sus orillas, dos personajes en
los umbrales de la marginalidad: un anciano, Jazinto, bertsolari en retirada, testigo diario de la desaparición del
mundo que ha conocido, y una joven de color, Billie, que canta blues sin saber que son blues, ansiosa por conocer un mundo
distinto del que vive. A su alrededor amigos, enemigos, familiares, extraños y
fuerzas vivas del pueblo tejen sus redes con intereses y objetivos enfrentados.
La vieja tensión latente en el pueblo acaba por estallar con la aparición del
fenómeno de la violencia política, real o imaginada, que acaba engullendo a los
protagonistas del libro.
La novela está "fichada" en el FICHERO DE NOVELAS
NEGRAS de este blog: http://elblogdeabasolo.blogspot.com.es/2011/10/fichero-de-novelas-negras-318-agua.html
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