Título: BILBAO, EXPEDIENTE 406
Autora: AMAIA MANZISIDOR
Editorial: BETA III MILENIO
Trama: Una mujer, inmigrante albanesa, aparece
muerta, tras haber sido violada, torturada y salvajemente apaleada, lo que hará
que los agentes de la Ertzaintza, la Policía Autonómica Vasca, se sumerjan en
un caso de tráfico de mujeres para su explotación sexual, relacionado al
parecer con otro asesinato que una década atrás se quedó sin resolver. Y al
fondo, sin aparente conexión con ese otro caso, aparece con toda su crudeza la
violencia doméstica con el drama de una mujer que intenta sobrevivir a las
palizas que le proporciona su marido.
Personajes: Julieta Laborda, comisaria de la
Ertzaintza, soltera cercana a la cuarentena que vive en la casa de sus padres
siempre agobiada por una madre omnipresente y lleva con dificultad esa
situación personal, lo que no le impide ser implacable en su trabajo, Pepe
Dueñas, ertzaina procedente de la Policía Nacional, cincuentón divorciado y con
buen corazón, que vive solo y es leal al cien por cien a su jefa, Zúñiga, joven
ertzaina que ha sido amante ocasional de Julieta, Nadia, prostituta de origen
albanés, traída a Euskadi con engaños, sin saber que iba a acabar de ese modo,
y de la que Zúñiga se enamora, Paloma, mujer maltratada por su marido, que sólo
cuenta con el apoyo de su hermana.
Aspectos a Destacar: La conexión entre un hecho
trágico, como la violencia de género, que pese a la violencia e injusticia que
conlleva no suele ser muy tratado en las obras de género policial, y una
investigación quizás más convencional, pero apasionante, sobre un asesinato y
las redes de tráfico de blancas, lo que nos conduce de nuevo a la explotación y
violencia sobre la mujer.
La Frase: Cuando terminó la carrera y le comunicó a
Roberto que, definitivamente, no trabajaría con su padre sino que haría un
doctorado en Criminología y pensaba presentarse a las pruebas de la Ertzaintza,
él no le dio alternativa, o la Ertzaintza o él. Y Julieta no lo dudó, no tenía
ganas de pasar su vida bajo el refugio de su padre, ni de Roberto, ni de nadie
así que allí mismo terminó su aburrido noviazgo y comenzó una quizás demasiado
agitada vida como ertzaina, recordaba sin ninguna añoranza.
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