La aparición de misteriosas frases pintadas sobre las
paredes sacude a los habitantes de una ciudad universitaria. Los mensajes, que
surgen cada día de forma enigmática, parecen dirigirse a cada uno de los
vecinos y causan un fuerte impacto en la sociedad. Un joven decide regresar a
esta ciudad en busca de respuestas a su propia situación y encuentra nuevos
interrogantes planteados por el fenómeno. El tono de las frases evoluciona con
el tiempo y altera el temperamento de algunos de sus conocidos, que asisten
impotentes a un espectáculo imparable mientras se sienten empujados a cometer
actos sorprendentes.
El poder de las masas
sobre el individuo a través de la palabra trazada en puertas y paredes es lo
que refleja el libro de Fernando Belzunce (Pamplona, 1976), La ciudad escrita de Ediciones
Antígona. Se trata de la primera publicación de este periodista a punto de
cumplir de 37 años que se incursiona en el género realista, el misterio y la
fantasía.
Belzunce siempre tuvo claro que quería escribir
sobre el desarraigo y también sobre el poder de la palabra y el valor de la
interpretación que produce visitar un lugar lleno de símbolos. “Al estudiar la
carrera en Salamanca siempre me inquietaron las sensaciones y las experiencias
que un estudiante vive cuando realiza sus estudios fuera. De pronto llegabas a
otra parte y tenías que sobrevivir. Aprendías a cocinar, limpiar y administrar,
mientras estudiabas. Es esta increíble experiencia lo que me inspiró a escribir
la novela”, explica Belzunce que retoma la conversación con recuerdos del
último año de carrera, cuando él estaba deseando ponerse a trabajar y algunos
de sus compañeros, en cambio, sentían miedo de abandonar aquella etapa.
En
el libro, los lectores se encuentran con una irrupción de misteriosas pintadas
que sacude a sus habitantes y hace que se cree un momento para condicionarlas,
y eso, es lo que lleva a reflexionar sobre la importancia de tener un
pensamiento propio.
Este proyecto le llevó
a Belzunce, director de innovación y desarrollo editorial del área medios
regionales del grupo Vocento, varios años de redacción. “La responsabilidad de
cumplir con una infinidad de cosas en mi trabajo no me dejaba espacio para nada
más. A la novela siempre le dediqué gran parte de mis madrugadas y otras tantas
vacaciones”, explica este periodista que ha publicado crónicas, reportajes y
críticas cinematográficas en diarios como: El Correo, donde trabajó ocho años, los diarios: El correo,
Ideal, El Comercio, Las Provincias, Sur o El Norte de Castilla.
La ciudad escrita cuenta
además con ilustraciones en blanco y negro del artista Kike de la Rubia a
manera de introducción de cada uno de los veinte capítulos de libro. “Fue un
trabajo arduo con el ilustrador. En principio, tenía temor porque las
ilustraciones las puedes identificar más con literatura infantil o juvenil pero
no en un escrito de literatura adulta. Al final me pareció interesante que la
novela también fuese vista por otros ojos, los de Kike que ha participado en la
ilustración de libros de Emily Dickinson”.
(Artículo publicado
en el diario EL PAÍS, http://cultura.elpais.com/cultura/2013/07/09/actualidad/1373392629_987210.html,
el 9 de julio de 2013. Redactora: Elizabeth Ramírez Restrepo)
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