domingo, 28 de febrero de 2016

VUELVE GOIKO, PERO ANTES TAMBIÉN ESTUVIERON IÑAKI ARTETXE Y EL INSPECTOR ROJAS

Como ya he comentado en el blog, dentro de poco, aunque todavía no haya fecha exacta, Goiko volverá a las librerías en su cuarta aventura, publicada como las anteriores también por Erein en su colección "Cosecha Roja", y que llevará el título de DEMASIADO RUIDO.
Será la novela número 14 entre las que habré publicado, pese a ser, como ya he dicho, la cuarta protagonizada por Goiko. Como lector siempre me han gustado las series, pero hasta que surgió Mikel Goikoetxea, Goiko, en mi novena novela publicada, Pájaros sin alas, no me había planteado crear una serie. Pero fue tanta la fuerza del personaje que, casi sin darme cuenta, surgieron otras dos novelas con su protagonismo, La luz muerta y La última batalla. Tras esta última decidí darle un más que bien merecido descanso y Una del Oeste y Una decisión peligrosa son historias diferentes en las que no sólo no aparece, sino que ni siquiera encajaría. Pero tras ese "descanso" Goiko volvió a resurgir con más fuerza, y tanto porque sigo creyendo en él como porque muchos lectores me lo han pedido, va a volver en la anunciada Demasiado ruido.
La serie dedicada a Goiko constará, a partir de muy poco tiempo, de cuatro entregas, y espero que en el futuro haya más. Es mi único personaje fijo y el único que he concebido como protagonista de una serie, pero antes de que lo creara ya había utilizado en varias novelas a otros dos personajes. No tanto con la idea de crear con ellos una serie sino porque al estar ya creados y necesitar personajes de sus características volví a utilizarlos. Me refiero a Iñaki Artetxe, que coincide con Goiko en ser un detective que anteriormente trabajó con la Ertzaintza, y al inspector Manuel Rojas, del Cuerpo Nacional de Policía destinado en Bilbao. Y creo que sería injusto, por mi parte, olvidarme de ellos, ya que también me produjeron muchas satisfacciones y me gusta pensar que también a sus lectores.
Artetxe y Rojas coprotagonizan la que fue mi primera novela, Lejos de aquel instante. Posteriormente, en Nadie es inocente, en la que no aparece Artetxe, el inspector Rojas, sin ser protagonista, es un personaje secundario de cierta importancia. Hollywood-Bilbao, en cambio, está protagonizada por Iñaki Artetxe, y su viejo amigo Manuel Rojas tiene un "cameo" en la novela, al contrario que en El color de los muertos, en la que quien hace el "cameo" es Artetxe y el coprotagonista, o quizás de nuevo secundario con un extenso papel, es Rojas. Este último incluso repetirá "cameo" en La última batalla, la tercera novela de la serie de Goiko.
Os dejo las sinopsis de las novelas en las que el tándem Artetxe-Rojas tiene una importante presencia:


LEJOS DE AQUE INSTANTE: Una joven de una prominente familia desaparece sin decir nada ni a familiares ni amigos, un periodista recibe una visita desagradable, un antiguo exiliado que llegó a ser alto cargo en los servicios de inteligencia de los Estados Unidos decide regresar a su tierra tras haberse jubilado. Simultáneamente, Iñaki Artetxe, un detective de complicado pasado, Manuel Rojas, un inspector de policía al que sus superiores marginan y un agente de la CIA que desea prosperar en la organización, se sumergen en la investigación de cada uno de los sucesos que acabarán irremediablemente unidos, enlazando oscuros acontecimientos ocurridos en la lejana época de la Segunda Guerra Mundial con las tramas del narcotráfico que actúan impunemente hoy en día.

NADIE ES INOCENTE: Un sacerdote, que en su juventud estuvo relacionado con la organización terrorista ETA, desaparece en compañía de una hermosa mujer tras apoderarse de una importante suma de dinero de su congregación. Para evitar el escándalo se encargará del caso otro religioso que, antes de ordenarse había sido policía. La trama se complica aún más cuando una mujer es asesinada y otra desaparece inexplicablemente. A partir de ese momento se inicia una investigación paralela en la que se entremezclan policías de todos los pelajes con proxenetas sin escrúpulos y miembros de la Brigada Antiterrorista. Todo conduce a un desenlace sorprendente que valida la frase: "Las cosas nunca son lo que parecen".

HOLLYWOOD-BILBAO: A Iñaki Artetxe, antiguo ertzaina reciclado en detective que trabaja para una multinacional del ramo de la seguridad, le han encargado que se ocupe de la protección y vigilancia del rodaje de una película que una productora de Hollywood está rodando en Bilbao, una película de intriga acerca de unos asesinatos producidos en la ciudad en los primeros años del franquismo, cuando la II Guerra Mundial está a punto de concluir y se ha iniciado la desbandada de los jerarcas del régimen nazi y sus colaboradores en los antiguos territorios ocupados por las fuerzas del III Reich.

Mientras todos los sectores, desde los más altos hasta los más bajos, de la población se extasían y rinden ante el glamour hollywodiense, Iñaki Artetxe se debate entre la necesidad de conservar su trabajo y el hastío que le produce ser una simple pieza de una gran empresa dedicada a una actividad que le aburre. Hasta que el asesinato de un importante miembro del equipo de producción de la película, cuando aún no ha finalizado el rodaje, le sacará de su monotonía y le obligará a sumergirse, codo a codo con las fuerzas policiales, en la investigación tanto del asesinato como de las circunstancias que le rodean, investigación en la que los límites entre la ficción y la realidad acabarán difuminándose y desapareciendo.

EL COLOR DE LOS MUERTOS: Al inspector Jiménez, un policía de modales bruscos y actitudes machistas y racistas destinado en Bilbao, le encargan la investigación del asesinato de un ciudadano de origen marroquí. Para ello deberá formar pareja con su compañera Isabel Altube, que previamente ha sido apartada de un caso de violación, con resultado de muerte, de una prostituta de origen norteafricano, caso que inten
tará mantener abierto de un modo casi clandestino. Simultáneamente en un pueblo castellano una extraña pareja de alemanes asesina a un hombre desconocido, con la connivencia tácita de un supuesto coronel de la Guardia Civil. Por último, en Madrid un antiguo etarra, al que se le creía desaparecido y refugiado en algún lejano país, inicia una carrera desenfrenada de atentados que desconciertan tanto a los servicios antiterroristas como a la propia cúpula de ETA. Pese a su aparente desconexión, los tres asuntos acabarán confluyendo de un modo insólito pero coherente.



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