lunes, 21 de marzo de 2016

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 561.-ESTUARIO (JOAQUÍN DHOLDAN)



Título: ESTUARIO
Autor: JOAQUÍN DHOLDAN
Editorial: ANANTES
Trama: En una peligrosa travesía por mar, uno de los tripulantes se suicida de modo inexplicable. Tan inexplicable que su viuda contacta con un periodista radiofónico del que ella y su difunto marido eran seguidores habituales, para contarle sus sospechas de que en realidad murió asesinado. Cautivado, y también conmovido, por la confesión de la viuda, el periodista decide realizar una serie de indagaciones, en las que acabará involucrado personalmente y en las que, así mismo, se topará con un suceso naval ocurrido en los tiempos de la II Guerra Mundial.
Personajes: Ismael Leiva, periodista radiofónico que conduce un programa patrocinado por un sindicato de marineros, hijo de un antiguo “desaparecido” de la dictadura uruguaya, hombre tranquilo y apacible, aunque sensible a las injusticias, Vicente, viejo luchador sindicalista, padre del hombre que se suicidó en el barco, Fabián, marinero cuyo aspecto, sin embargo, indica que sus orígenes no son obreros, dominado por el fanatismo religioso, Tomás, dentista de Ismael pero, sobre todo, amigo suyo, que intenta ayudarle y aconsejarle cuando no sabe por dónde tirar, Clara, estudiante de Arte que colabora con el sindicato pintando un mural y se enamora de Ismael, hija de Wilson Grau, terrateniente y hombre de negocios, cercano a la ideología ancionalsocialista, Estefanía, viuda del marinero que se suicidó, embarazada de siete meses, lo que no disminuye su atractivo físico ni su magnetismo sexual.
Aspectos a Destacar: Con capítulos cortos, a veces con simples pinceladas, el autor es capaz de describir tanto los personajes como las situaciones en que se mueven, construyendo una historia coherente y ofreciéndonos también un retazo de los desmanes de la dictadura uruguaya así como de las ensoñaciones de quienes añoran antiguas y aún más perversas, si cabe, dictaduras.
La Frase: No quiero decir cursilerías, pero te considero un amigo más que un paciente. Y mirá..., yo creo que la vida es como un rompecabezas y nos van viniendo las piezas, en cualquier orden, y las vamos poniendo, descartando y, en algún momento, una pieza que nos llegó un día encuentra su lugar y a veces pasa que nos llega una pieza que ni siquiera es de nuestro rompecabezas.

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