Desde este blog quiero
agradecer al condado de Johnson, del estado de Wyoming, que en reconocimiento a
que en mi novela UNA DEL OESTE hablo de ese gran estado del Oeste norteamericano,
hayan decidido incluir la bandera de mi tierra, la ikurriña, en la bandera del
propio condado.
Como hay gente para todo,
seguro que algún listillo dice que la bandera de Johnson es anterior a la
publicación de mi novela. Pero eso, en realidad, tan sólo demuestra el sentido previsor,
casi profético, y de futuro de los legisladores del condado wyomingtarra, ya
que sabiamente se adelantaron a los acontecimientos y homenajearon a mi novela
por anticipado.
Gracias, Wyoming.
Eskerrik asko, Wyoming.
La muerte de un comerciante
bilbaíno en un atraco a manos de un yonqui es un suceso trágico, por supuesto,
pero banal. El asunto parece estar claro para todo el mundo, menos para el juez
de instrucción que, pese a las “sugerencias” de sus superiores jerárquicos, se
empeña en mantener abierto el caso.
La trama se complicará al
descubrirse que el asesinado es el escritor que se esconde bajo el seudónimo de
Colt Duncan, autor-personaje de una serie de novelas del Oeste que en los
últimos años han copado el número 1 en las listas de libros más vendidos. Por
ese motivo, convencido de que la publicación de su última aventura sería un
auténtico bombazo, el editor contrata a un profesor de literatura para
localizar esa obra perdida, en el caso de que exista.
Las dos investigaciones
acabarán convergiendo sin sospechar que, quizás, en esa novela póstuma, se
encuentren las claves de lo sucedido.
Una obra donde
sorpresivamente, además de plantear una impecable trama policial, Abasolo
recupera la diversión y el gusto por las novelas de vaqueros.
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