Título: HIELO NEGRO
Título original: BLACK
ICE
Autor: MICHAEL CONNELLY
Editorial: ROCA
Colección: ROCA CRIMINAL
Trama: El suicidio de un policía de Narcóticos que se
encontraba en el punto de mira de la División de Asuntos Internos, ya de por sí
difícil de digerir para un Departamento de Policía de Los Ángeles más
preocupado por su imagen que por otras cosas, acabará complicándose cuando un
detective empiece a pensar que está relacionado con un asesinato que está
investigando.
Personajes: Harry
Bosch, detective de la policía de Los Ángeles con un sentido acendrado de la
justicia y que nunca deja de investigar un caso, si cree que debe hacerlo,
aunque eso pueda enemistarle tanto con sus compañeros como con sus superiores, Rickard,
agente de Narcóticos, subordinado del policía suicidado y muy leal a él,
honrado pero de los que creen que el fin justifica los medios, Teresa Corazón, jefa
en funciones de la oficina forense y amante ocasional de Bosch, que ambiciona
ser la jefa titular de dicha oficina, Irvin Irving, subdirector del
Departamento de Policía de Los Ángeles, preocupado excesivamente de la imagen
de la policía y que desconfía de Bosch por sistema, Sylvia Moore, viuda del
policía sucidado, que se encontraba efectuando los trámites del divorcio, Águila,
policía mexicano cuya honradez profesional le hace caminar en el alambre, Corvo,
agente de la DEA, cuyo objetivo es desarticular un clan mexicano dedicado a la
introducción de droga en Estados Unidos, Ramos, subordinado de Corvo y
organizador del operativo para acabar con el clan mexicano, tan vehemente que
lamenta haber sido demasiado joven para combatir en Vietnam y demasiado viejo
para hacerlo en Iraq.
Aspectos
a Destacar: En esta segunda novela
protagonizada por Harry Bosch se van perfilando cada vez más las
características que hacen del personaje creado por Michael Connelly uno de los
más importantes e imprescindibles del panorama actual de la novela negra no
sólo norteamericana sino internacional.
La Frase: En
Los Ángeles había incendios e inundaciones, temblores y desprendimientos de
tierra. Había locos que disparaban a los viandantes y ladrones colocados de crack. Conductores borrachos y
carreteras llenas de curvas. Policías asesinos y asesinos de policías. Estaba
la mujer con la que te acostabas. Y su marido. En cualquier momento de cada
noche había personas que estaban siendo violadas, agredidas o mutiladas.
Asesinadas y amadas. Siempre había un bebé en el pecho de su madre. Y, algunas
veces, un bebé solo en un contenedor.
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