martes, 6 de abril de 2010

EL VIEJO Y LA TIERRA (FRANCISCO MARCOS HERRERO)

LA NOVELA: El viejo y la tierra es el monólogo intenso y a la vez sosegado de un hombre anciano ante su mujer. Un viaje sentimental de triunfos y decadencias, de agobios que le provocan los años y de impotencia frente a la traición desgranan la hechura del narrador. El desarrollo es contundente y eficaz, escueto y rápido. La vida de los personajes pasa sin ambages. El protagonista muestra la impronta de hombre fuerte, luchador e irónico, tierno y humillado. A la postre el reguero de una vida. Es una novela densa, de lectura rápida, que dejará en el lector posos de meditación y tal vez el deseo de leerla de nuevo para recuperar los matices subjetivos.

EL AUTOR: Francisco Marcos Herrero (Palacios del Arzobispo, Salamanca) escribe desde muy joven en diarios y revistas. Ya en la Universidad, donde estudia Farmacia, dirige dos revistas y colabora en otras con artículos, cuentos y trabajos monográficos.
Dentro de su obra literaria destacan Naturaleza, libro de relatos con el que gana por unanimidad en 1990 el "Premio Vila de Martorell". En 1992 publica Échenle un capote al asunto, que recibe los elogios de Miguel Delibes al considerarlo «un bello libro, de prosa fuerte pero elástica, de contenido intenso y lenguaje rico» y de Francisco Induráin, que afirmó «he sentido placer con la lectura de un libro tan vivo en el contenido como en la forma». Esta novela consta en el Archivo del Instituto de Verbología Hispánica. En 1995 publica Amores peregrinos, que la crítica considera como novela difícil de escribir, pero sencilla y rotunda, que muestra la presencia de un narrador nato, en la que hasta lo subjetivo está desnudo, se vive y se palpa. En 1997 gana el "Premio Manuel Díaz Luis" con la novela El viejo y la tierra, que prologa el escritor José Carol; Jordi Pàmias considera al viejo —personaje principal— «poeta de verbo rico, hondón de amargura e ironía, hombre fuerte y un pobre infeliz, todo a un tiempo». En el año 2000 queda entre los finalistas del Premio Planeta con la obra 205, que le vale los elogios de algunos miembros del jurado al considerarla novela de personajes bien definidos, rica y exacta en el vocabulario y de literatura de calidad. En 2006 publica la novela Adela y yo, ensayo acerca de la obsesión. De ella ha realizado un estudio María Casanovas, Doctora en Psicología por la Freie Universität Berlin.
Los pilares básicos de la creación de Francisco Marcos Herrero están en la hondura de los personajes, en la ajustada riqueza léxica, así como en los variados registros de lenguaje y temáticos, en la sencillez y en su modo personal de narrar.
Vive en Barcelona, donde dedica su tiempo a la creación literaria y a la profesión farmacéutica, y forma parte de jurados de poesía y novela.

4 comentarios:

  1. Agradezco, José Javier, que tengas en tu blog un resumen de mi obra, así como la biografía. Esta es la segunda edición de "El viejo y la tierra", que ganó el premio de novela Manuel Díaz Luis. Se cita en varios libros y se hace comentario en otros. Entre ellos, en un libro de Ricardo Senabre, catedrático de Teoría de la Literatura y de Literatura Comparada y crítico literario, que, publicado por la Universidad de Salamanca, tiene por título "Los escritores y el lenguaje"; en la obra titulada "Miguel Delibes: homenaje académico y literario"; en "La literatura actual en Castilla y León: II Congreso", y otros más que en este momento sería prolijo citar. He tratado en el libro la soledad y la desesperanza de un viejo, como dice María Pilar Celma Valero. El monólogo pretendí que fuese fluido y llegué a pensar en crear una obra de carácter oral, sin puntos ni comas. Para que la lectura fuese más asequible cedí de este propósito. Por otra parte, siguiendo el consejo de mi padre cuando era adolescente -consta en la dedicatoria del libro- dejé que el narrador utilizase su propio lenguaje, pues de ese modo vaciaba su alma. "El narrador de esta novela -ha dicho el poeta y novelista Jordi Pámias- es un hombre feliz, un soñador, un hombre fuerte y al tiempo un pobre hombre traicionado. He intentado -otra cuestión es que lo haya conseguido- desbreñar el lenguaje que irremisiblemente se nos pierde, desde mi punto de vista, en algunos aspectos, sin motivo alguno. José Cruset, cuando presentó otra de mis novelas, "Échenle un capote al asunto",dijo que parte del lenguaje que se utilizaba en ella estaba presente en América del Sur y Méjico, porque los conquistadores llevaron estas palabras, y supieron mantenerlas vivas, en tanto nosotros las matábamos sin ser anacrónicas. Algunas palabras que aparecen en la novela, es lógico que ya no se utilicen. Son las que se refieren al nombre de determinados objetos, como lezna, estrébedes, cobre (no el mineral, por supuesto), y muchos más. Ángel Basanta, catedrático de la Complutense y crítico de "El Cultural" de "El Mundo" agradecía que en "Échenle un..." apareciesen palabras que se estaban perdiendo por un absurdo e injustificado abandono.

    No sólo la problemática de la vejez -que no es patrimonio rural sino solapadamente urbano- he tratado en esta novela, sino, como antes decía, ganar parte del lenguaje que se nos pierde.

    Gracias por acordarte de mi obra.

    Un saludo.

    Francisco Marcos Herrero

    ResponderEliminar
  2. buenas noches señor paco, acabo de terminar de leer su obra EL VIEJO Y LA TIERRA. me ha encantado!!!! creo que deberia ser lectura obligada en todas las escuelas, asi mantendriamos vivas las palabras ahora olvidadas y los valores que casi ya ni se toman en cuenta.Hay tantos sentimientos en su obra...
    me gustaria poder continuar leyendo sus libros, asi que me pondre a buscarlos!!!
    un cordial saludo....joana

    ResponderEliminar
  3. Gracias Joana: Sus palabras han sido un reflejo de lo que pretendí en el libro. Me alegro que tenga la capacidad de leer lo que uno quiere expresar, que no es privilegio de todos. Por otra parte, también me hace pensar que logré mi empeño, que no era otro que el de Remigio, el protagonista de la obra. El personaje, evidentemente, es imaginado. Pero tiene su identidad, que es suya propia y al tiempo similar a la de tantos, aunque, como usted sabe, la identidad es la que marca la diferencia entre los seres.

    No precisa comprar otro de mis libros. Con mucho gusto se lo regalaré. Tengo en casa "Adela y yo", que presenté hace algún tiempo, un libro psicológico de cuyo personaje principal realizó un estudio la Doctora en Psicología por la Universidad de Berlín, María Casanovas.

    Vuelvo a repetirle mi agradecimiento, pues sus palabras son de verdad sinceras, lo que alegra mucho mi ánimo.

    Un abrazo

    Francisco

    Deseo que pueda recibir mi contestación. He hablado de "El viejo y la tierra" en mi blog:

    http://franciscomarcosherrero.blogspot.com/2010/04/el-viejo-y-la-tierra.html

    ResponderEliminar
  4. ante estos comentarios voy a animarme a leer la novela de este antiguo amigo mío.
    Alfonso Herruzo

    ResponderEliminar