lunes, 6 de junio de 2011

VASCONES. POBLAMIENTO DEFENSIVO EN EL PIRINEO (IÑAKI SAGREDO)

Artículo publicado en el periódico Noticias de Navarra el 1 de junio de 2011. Redactora: Ana Oliveira Lizarribar.

Iñaki Sagredo presentó en el marco de la Feria del Libro de Pamplona su nuevo trabajo, Vascones. Poblamiento defensivo en el Pirineo (Pamiela), con el que se adentra en un tiempo y en un espacio muy poco transitados por los historiadores y arqueólogos y que, sin embargo, encierran muchas de las claves para entender la historia de Navarra.
Sin descuidar el rigor, Sagredo ha escrito este libro desde un afán divulgativo, con un estilo ameno y aportando elementos gráficos como mapas históricos, croquis y 400 imágenes aéreas. En este sentido, ha seguido un esquema similar al que empleó en los cuatro libros de la colección Navarra. Castillos que defendieron el Reino y en el volumen El castillo de Amaiur a través de la historia de Navarra. Estos cinco títulos fueron publicados, como esta vez, por Pamiela. En palabras del editor Pello Elzaburu, aunque éste es un trabajo riguroso apto para profesionales, sobre todo es un libro ameno, divulgativo, con muchas imágenes e incluso referencias de GPS para que quien lo desee pueda visitar los lugares que aparecen reflejados y caminar, así, por nuestra tierra.
Como cuenta Iñaki Sagredo, durante las pesquisas que realizó para la saga de los castillos fue encontrando evidencias y rastros sobre el origen, sobre lo que había antes de que se erigieran las fortalezas medievales. Un período apenas estudiado, ya que casi siempre se empieza a contar a partir de Sancho Garcés y hay muy pocas referencias de los siglos III al IX. Pero no sólo existen lagunas en cuanto al tiempo, sino también respecto a la geografía, ya que las investigaciones históricas y arqueológicas siempre han marginado al Pirineo, de manera que nunca se han realizado grandes estudios sobre los poblamientos de la zona. Y, quizá por esas lagunas documentales o porque a muchos historiadores aquel tiempo les resulta ajeno, nuestra misión es acercarnos y profundizar en el origen de lo que fue el Reino, saber cómo eran aquellos pobladores, cómo vivían y, de paso, acabar con algunos estereotipos. Se dice que entonces la sociedad de esas zonas era arcaica, pastoril y con poca comunicación entre sí, sin embargo, creemos que no es así, porque la ubicación de los castros, distanciados por pocos kilómetros, indican que sí tenían contacto, apunta Sagredo.
En ese sentido, Vascones. Poblamiento defensivo en el Pirineo no sólo señala los puntos donde hubo castros, sino que también propone otra lectura: Saber cómo fuimos y qué esencia tenía esa sociedad en la que unos se apoyaban en los otros para subsistir. De hecho, la del Pirineo fue durante años una historia de supervivencia; no en vano, desde el siglo IV al siglo X ha habido pueblos que han intentado conquistar estas indómitas montañas. Están documentadas las incursiones de visigodos, las tropas de Carlomagno, también hay crónicas musulmanas y de otros pueblos que ejercieron una presión militar, y de esas situaciones surgieron muchos de estos castros, señala Sagredo, para quien siempre se tiende a situar estos poblados siglos antes de Cristo, cuando no siempre es así, ya que, pasado el siglo III, cuando existían situaciones de peligro, las gentes de Burgui o de Isaba, se refugiaban en antiguos poblados o incluso vivían en ellos. Eso sí, poco a poco, esos lugares se fueron deshabitando. Tenemos el despoblado de Navarzato, que se abandonó en el siglo XIII y está situado a 1.100 metros de altura, por lo que, llegamos a la conclusión de que los pueblos fueron descendiendo de las montañas conforme las fronteras se estabilizaron.
De este modo, el libro de Iñaki Sagredo invita a profundizar en una historia prácticamente desconocida en la que los rastros encontrados, muchos de ellas referidos a la toponimia, determinan que aquello fue territorio vascón, un término que tristemente para algunos es un tabú asociado a la política. Es triste que se hagan delimitaciones de pueblos de una misma cultura a partir de fronteras actuales; todavía hay publicaciones que hablan de que a este lado de la frontera había vascones y al otro, aquitanos, cuando la mezcolanza cultural era evidente, dice Sagredo, que añade: Es una pena que todas las investigaciones arqueológicas que se han realizado hasta ahora se han detenido en la zona meridional de Navarra y, por ejemplo, de los restos encontrados en Pamplona nunca se menciona a los vascones; siempre tienen que ser francos, visigodos, musulmanes y, como mucho, nativos. Y es una pena que nuestros orígenes se miren con tantas reservas.

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