lunes, 9 de enero de 2012

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 335.-UN JAMÓN CALIBRE 45 (CARLOS SALEM)


Título: UN JAMÓN CALIBRE 45
Autor: CARLOS SALEM
Editorial: RBA
Trama: Nicolás es un periodista argentino que malvive en Madrid y que cree que le ha cambiado la suerte cuando le dejan utilizar gratis el piso de una mujer a la que no conoce, que va a estar fuera durante unos meses. Pero cuando se instala se da cuenta de que de chollo, nada de nada, ya que unos delincuentes que andan detrás de la mujer le amenazarán con matarle si no la entrega en un corto plazo de tiempo, pese a sus protestas acerca de no conocerla de nada
Personajes: Nicolás Sotanovsky, periodista argentino que lleva años dando tumbos por España, y que pese a una armadura de cinismo que intenta colocarse es un auténtico caballero andante que intenta mantener por encima de todo su dignidad, Nina, amiga de la dueña del piso y de desnudarse, que se enamora de Nicolás (o le utiliza simplemente para sus juegos sexuales), pese a no estar claro a quién es más fiel, si a él o a su amiga, Felipe Mar López, detective cuyo nombre nos trae reminiscencias de Philip Marlowe, pero que resulta ser todo lo contrario que el mítico detective chandleriano, Lidia, vieja amiga de Nicolás y enamorada de él (al menos una de sus dos personalidades contrapuestas, o quizás las dos), Serrano, el matón que controla a Nicolás, con un curioso fondo sentimental y “humano”, El Muerto, delincuente cuya personalidad se corresponde con su sobrenombre y que es quien va detrás de la mujer en cuyo piso vive Nicolás.
Aspectos a Destacar: El sentido del humor que impregna la novela (y en general toda la obra de Carlos Salem) sin dejar, por ello, de construir una novela negra sólidamente estructurada y asentada en la época actual, pese a ser también un homenaje a la novela negra clásica desde parámetros propios del siglo XXI.
La Frase: Lo brutal de la paliza no eran solo los golpes, sino que en ningún momento me pegó con furia ni me insultó. Lo hacía como si la cosa no fuera con él. No había rabia que pudiera agotarse ni deuda que cobrar a tanto el golpe. Solo era pegar con precisión,.sin permitirme la escapatoria de un nuevo desmayo. No había escapatoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario