Título: MONTEPERDIDO
Autor: AGUSTÍN JIMÉNEZ
Editorial: PLAZA Y JANÉS
Trama: Hace cinco años dos niñas de once años
desaparecieron del idílico valle pirenaico en el que vivían. Pese a la
intensidad de la búsqueda, los intentos por encontrarla fueron infructuosos y tan
sólo el padre de una de ellas, contra toda esperanza, continúa su lucha. Pero
todo cambia cuando de repente, cinco años más tarde, aparece una de las dos
amigas, y se reinicia la búsqueda de la otra, una búsqueda contra reloj ya que
no se tienen indicios de si sigue viva o si estará muerta.
Personajes: Santiago Baín, inspector de policía al borde
de la jubilación, hombre sosegado y sensato, mentor y protector de su
subordinada Sara Campos, buena profesional, pero que a menudo se siente
insegura a causa de una adolescencia triste y conflictiva, Víctor Gamero, jefe
del puesto de la Guardia Civil, serio y honrado, pero también marcado por unos
hechos personales que le dejaron huella, Joaquín Castán, padre de una de las
jóvenes desaparecidas, que ha hecho de su búsqueda una cruzada personal por la
que ha descuidado todo lo demás, negocio y familia incluidos, Montserrat, mujer
de Joaquín, siempre a su sombra, apoyándole aunque sin estar segura del todo de
lo que debe hacer, Rafael, hermano de Montserrat, a la que sirve de apoyo, y
que ha intentado mantener a flote el negocio de su cuñado pese a no tener los
conocimientos ni la preparación suficiente para ello, Raquel, madre de la joven
reaparecida, que ya se había resignado a no encontrarla nunca, Álvaro Montrell,
marido de Raquel y padre de la niña reaparecida, que tuvo que irse del pueblo
tras ser acusado de estar implicado en el caso, Nicolás Souto, veterinario del
pueblo al que todo el mundo desprecia, enamorado desde siempre en secreto de
Montserrat, y que escribe novelas policacas en el dialecto originario de la
comarca, Gaizka, propietario de una empresa de turismo de aventuras,
cocainómano y amigo de Álvaro, al que dio refugio cuando tuvo que irse del
pueblo, Marcial Lerín, uno de los caciques del pueblo, propietario de una armería,
violento y colérico, su hija Elisa, que trabaja en un hostal y a menudo oscila
entre la alegría más impostada y la tristeza más absoluta, Ana, la niña
secuestrada reaparecida, que intenta volver a vivir aunque sigue guardándose
para sí muchos secretos.
Aspectos
a Destacar: Frente al tan manido tópico “menosprecio
de corte y alabanza de aldea”, Jiménez elige como escenario, alejándose del
considerado más clásico de la novela negra, el urbano, un paisaje rural que no
deja de ser un microcosmos, aumentado quizás por la cercanía de sus personajes,
que se conocen todos entre sí, de las miserias humanas y de hasta dónde podemos
llegar para conseguir nuestros objetivos u ocultar nuestros errores y
flaquezas, todo ello dentro de una novela que no deja de sorprendernos con sus
personajes, sus giros de trama y la consistencia de la historia que se narra en
ella.
La Frase: Mentía. El inspector Baín y Sara lo sabían. El ser
humano es capaz de normalizar cualquier situación. De adaptarse a ella. La
vida, la rutina, siempre se abren paso, por extremo que sea el entorno. Una
guerra. Un secuestro. Pasado un tiempo de adaptación, aquello que te hiere al
principio, pasa a formar parte del paisaje, se hace cotidiano. Las bombas
estallando a tu alrededor sólo te recuerdan que debes ponerte a salvo. El
hombre descendiendo a través de la trampilla, también.
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