Autora: TOTI MARTÍNEZ DE LEZEA
Editorial: EREIN
Colección: NARRATIVA
Trama: La muerte del Director General de una importante
empresa editorial vasca, que ha funcionado desde que se creó como un negocio
casi exclusivamente familiar, desatará una lucha por el poder para hacerse con su
control, lo que involucrará a las diversas ramas de la familia e incluso a
personas ajenas a la misma. Además, la matriarca de la familia, una nonagenaria
con la mente muy lúcida, empezará a pensar que la muerte del Director General
fallecido, que era su hijo, no está nada clara, por lo que transmitirá sus
sospechas a uno de sus biznietos.
Personajes: Doña
Nieves, matriarca del clan Egurra, una nonagenaria inteligente, lúcida y sin prejuicios,
Mercedes Egurra, hija de doña Nieves, muy apegada a los valores de su “clase
social” y ambiciosa en extremo, Pablo Gómez-Egurra, hijo de Mercedes que
aspira, con su ayuda, a controlar la empresa familiar, ambicioso y mujeriego, Juan
Ignacio Gómez-Egurra, otro de los hijos de Mercedes, amante de la buena
literatura y que quiere mantener esos valores en la editorial, Iker
Gómez-Egurra, hijo extramatrimonial de Juan Ignacio, despreciado por ello por
parte de la familia, pero muy unido a Nieves, su bisabuela, Margaret Wind,
escritora inglesa experta en novela histórica casada con un miembro de la
familia, Emilio Goián, nuevo Director Gerente de la editorial tras el
fallecimiento del anterior, ajeno a la familia y que considera a la editorial
como un negocio más, sin preocuparle el lado cultural del asunto, Jorge Ibáñez,
chófer de Mercedes, que en ocasiones hace para ella otro tipo de trabajos.
Aspectos
a Destacar: La autora, que ha demostrado
en múltiples ocasiones su maestría en el género histórico, nos muestra en esta
ocasión que también se atreve con una historia en la que se entremezclan los
tejemanejes de una saga empresarial familiar con una novela de intriga muy bien
llevada y de la que sale triunfante, mientras de paso nos enfrenta con la cara
más sórdida de ciertos aspectos de la industria editorial, tema que quizás por
cierto “respeto reverencial” (eufemismo de miedo) no suele tratarse en la narrativa
actual.
La Frase: No
sabes nada de literatura, sólo te interesa vender lo que sea, libros o latas de
conservas con tal de hacer dinero. Eres un vulgar mercader. Yo soy escritora, y
eso significa que tengo imaginación. Hay que tenerla para crear personajes de
todo tipo, buenos, malos, altos, bajos, generosos, rastreros; para hacerlos
hablar, amar, odiar, reír o llorar, y matarlos cuando una quiere.
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