Por supuesto, las cosas como son, en compañía de otros excelentes escritores y siempre detrás del maestro Paco González Ledesma, pero siempre es estimulante que reconozcan el propio trabajo.
Aquí abajo reproduzco el artículo citado:
Yo que usted leería a Paco, forastero
DOMINGO MARCHENA - LA VANGUARDIA - Barcelona - 23/04/2010
El admirado Gregorio Morán explica que Adolfo Suárez jamás leyó un libro. Si le preguntaban qué novela de Henry Miller prefería, no se inmutaba: "Todas". A un servidor, que sí lee, lo jura por John Fante, le pasa lo mismo con el capo de la novela negra española: le gustan todas las de Paco González Ledesma (disculpe, don Francesc, para algunos usted siempre será Paco). Pero, ojo, Paco no es un gran escritor de género. Es, sencillamente, un grandísimo escritor, ya firme con su nombre, como Enrique Moriel o Silver Kane. Su último título es La dama y el recuerdo (Planeta), va del Oeste y destila la ternura canalla y sentimental marca de la casa. Más consejos: Un asunto sensible (Mondadori), de Miguel Barroso, que afeita a Cuba; Uno de los muertos (Temas de hoy), de Carlos Luria, al que sólo le falta llamarse Luriädsson (¡ay, Millenium!); Pájaros sin alas (Erein), de José Javier Abasolo, cuyo Sam Spade es un ex ertzaina; Tren de venganza (Roca), de Xavi Casinos, el debut de un periodista que dará que hablar, como ocurrió con Santi Tarín o Carles Quílez; Sin cobertura (RBA), de Jordi Bordas y Eduardo Martín de Pozuelo, con bríos para ser los Lapierre y Collins españoles. Y entre los extranjeros, una revelación brutal: El poder del perro (Mondadori), de Don Winslow. En esta lista hay omisiones clamorosas. Perdonen a su autor y recuerden lo que Paco, que tanto conoce el gremio, hizo decir al inspector Méndez en La dama de Cachemira:"¿Pero quién se reúne aquí? ¿Drogadictos? ¿Maricas? ¿Busconas? ¿Macarras? ¿Periodistas?" ...
DOMINGO MARCHENA - LA VANGUARDIA - Barcelona - 23/04/2010
El admirado Gregorio Morán explica que Adolfo Suárez jamás leyó un libro. Si le preguntaban qué novela de Henry Miller prefería, no se inmutaba: "Todas". A un servidor, que sí lee, lo jura por John Fante, le pasa lo mismo con el capo de la novela negra española: le gustan todas las de Paco González Ledesma (disculpe, don Francesc, para algunos usted siempre será Paco). Pero, ojo, Paco no es un gran escritor de género. Es, sencillamente, un grandísimo escritor, ya firme con su nombre, como Enrique Moriel o Silver Kane. Su último título es La dama y el recuerdo (Planeta), va del Oeste y destila la ternura canalla y sentimental marca de la casa. Más consejos: Un asunto sensible (Mondadori), de Miguel Barroso, que afeita a Cuba; Uno de los muertos (Temas de hoy), de Carlos Luria, al que sólo le falta llamarse Luriädsson (¡ay, Millenium!); Pájaros sin alas (Erein), de José Javier Abasolo, cuyo Sam Spade es un ex ertzaina; Tren de venganza (Roca), de Xavi Casinos, el debut de un periodista que dará que hablar, como ocurrió con Santi Tarín o Carles Quílez; Sin cobertura (RBA), de Jordi Bordas y Eduardo Martín de Pozuelo, con bríos para ser los Lapierre y Collins españoles. Y entre los extranjeros, una revelación brutal: El poder del perro (Mondadori), de Don Winslow. En esta lista hay omisiones clamorosas. Perdonen a su autor y recuerden lo que Paco, que tanto conoce el gremio, hizo decir al inspector Méndez en La dama de Cachemira:"¿Pero quién se reúne aquí? ¿Drogadictos? ¿Maricas? ¿Busconas? ¿Macarras? ¿Periodistas?" ...
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