LA NOVELA-SINOPSIS: El Comando Barcelona de la organización terrorista ETA prepara un golpe espectacular en la Ciudad Condal. Pero no todos sus miembros están de acuerdo en provocar una masacre. Aitor, un liberado del grupo con años de experiencia y curtido en el tiro a la nuca, es un heterodoxo que no comulga con los atentados indiscriminados de ETA, pero acepta la disciplina y se somete a Idoia, la vehemente jefa del talde, una mujer tan atractiva como dominante que no admite la disensión entre los suyos. Entre Aitor e Idoia, enfrentados ideológicamente, se establece una relación de amor odio mientras se ocultan de las fuerzas de seguridad que estrechan el cerco alrededor de su madriguera. En ese ambiente, irrespirable, una cárcel con las puertas abiertas que no se pueden traspasar, se acumula la tensión, mientras Aitor repasa su vida pasada. El autor se adentra en el corazón de ETA y su entorno y describe con precisión los perfiles psicológicos de los terroristas, seres humanos que se obligan a sí mismos a cometer actos terribles en aras de un ideal imposible de alcanzar. Pero Tu corazón, Idoia es también una historia de amor desesperado que explota en el ambiente enrarecido y opresivo de la clandestinidad.
LA NOVELA EN PALABRAS DEL PROPIO AUTOR: Mi novela no es exactamente un análisis sobre el terrorismo. Para eso habría escrito un ensayo. Es una mirada a ese mundo, desde dentro, porque hay que tener en cuenta que Tu corazón, Idoia es una narración muy personal que hace uno de sus protagonistas de la misma, Aitor. Hay, por supuesto, reflexión política sobre ese hermoso país que es Euskal Herria que tiene esa lacra incomprensible, o no, del terrorismo. Hay algunas otras reflexiones, que yo creo interesantes, y que están en el fondo de la novela y qué se hace el protagonista, una persona que duda de su papel, al contrario de Idoia, el personaje femenino que da título a la novela, que está muy segura del suyo y cree que todas las muertes se pueden justificar por la consecución de un fin político. En el terrorismo existe, como en todo, bastante hipocresía. Los terroristas mutan en héroes en cuanto triunfan sus tesis. Sin ir más lejos hubo algún primer ministro del estado de Israel, del Likhud, como Menajem Beguin, con las manos manchadas de sangre en actos terroristas contra los ingleses. ¿Eran terroristas los que luchaban contra la ocupación alemana de Francia? El término, como se ve, es muy subjetivo. Para unos, terroristas; para ellos, gudaris. La novela transcurre cuando ETA era una organización temible y sus dirigentes hacían suya un lema espantoso: Socializar el dolor. Dentro de su lógica había que extender el terror fuera de las fronteras de Euskal Herria, llevar el dolor al resto de España. Fue en esos momentos cuando ETA, hasta aquel entonces, partidaria del asesinato selectivo de miembros de las fuerzas del orden y militares, optó por atentar contra civiles, de forma indiscriminada, dio ese salto adelante que fue su acta de defunción. En Barcelona, ciudad en la que sitúo ese atentado ficticio, ETA colocó un coche bomba en Hipercor y firmó uno de sus atentados más execrables por el número de víctimas. Los miembros del Comando Barcelona de mi novela buscan eso, un golpe espectacular, con muchas víctimas civiles, algo que Aitor, el protagonista, que no es un santo sino todo lo contrario, un asesino frío y calculador, no ve con buenos ojos. A él le gusta el enfrentamiento directo, el tiro en la nuca.
Mi novela no es maniquea. El lector debe juzgar, si le apetece. En Tu corazón, Idoia lo que trato de hacer es armar un thriller con el trasfondo del terrorismo etarra. Imaginar la vida de los miembros de un comando que planean, en tierra ajena, un atentado y de cómo deben vivir escondidos para que luego no los coja la policía. Es una novela claustrofóbica, de una enorme tensión psicológica, y también sexual, porque en ese reducto en el que los terroristas se ven obligados a convivir, estallan toda clase de fuegos, y el sexo, con la violencia, es uno de ellos, los quema en su deflagración. Los dos principios que creo están presentes en toda mi obra anterior, Eros y Tánatos, están también muy presentes en Tu corazón, Idoia, subrayados. Hay escenas de violencia brutales, y hay escenas de sexo que también lo son. El protagonista masculino viene de la generación sesentayochista, con una visión muy extrema de la vida. No es la primera vez que abordo el tema del terrorismo etarra, ni será la última. Estaba presente en El final feliz, era central en La caraqueña del Maní, la historia de etarras en la Venezuela de Chávez que fue premonitoria, se adelantó a los acontecimientos. Introduzco en la novela algunas vivencias personales, cómo no. Una, en concreto, que me impresionó mucho cuando estuve en Bilbao por los años ochenta, época en la que transcurre Tu corazón, Idoia. Fui invitado por unos empresarios, a un certamen literario, y recuerdo que de camino del aeropuerto a la ciudad, que entonces era una especie de infierno humeante junto a una ría inmunda, un territorio perfecto para la novela negra, hice un comentario sobre el reciente asesinato de Yoyes. Me quedé helado con la respuesta de los que me llevaban en coche, que no tenían pinta de pro etarras ni mucho menos, que eran empresarios vascos de clase media: Yoyes fue fusilada por traidora, como ocurriría en cualquier ejército. Yo lo veía como un asesinato infame, y ellos como una ejecución lógica. Eso me dejó bastante trastornado. Está en la novela, disfrazado. Toda novela tiene su música propia. La de Tu corazón, Idoia es un prosa que yo he querido que fuera seca, cortante, de frase corta, sin adjetivos, porque el tema, el desarrollo de la novela, el punto de vista, que es el del etarra, así lo requerían. La prosa puede sonar como el tableteo de una metralleta y, en algunos momentos, hasta ser hiriente. Creo que la novela está bastante desnuda de adjetivos, y no es que yo me lo hubiera propuesto desde un principio, es que salió así. No es una novela amable, sino dura, no es una novela para todos los públicos. Pero quiero resaltar que detrás de toda esa dureza, estilística y argumental, que van de la mano, hay resquicio para la humanidad, los sentimientos, la fragilidad del ser humano cuando se derrumba su mundo. Y bajo esa capa de sexo descarnado, que preside las relaciones entre los personajes de mi novela, hay amor, verdadero amor, aunque ni ellos mismos sean conscientes de ello.
EL AUTOR:
José Luis Muñoz (Salamanca, 1951) estudió Filología Románica en la Universidad de Barcelona durante los años de las revueltas estudiantiles contra la dictadura franquista y militó en grupos de oposición democrática hasta la muerte de
Franco. Es escritor, novelista, articulista, apasionado del cine y viajero. Aunque ha incursionado en casi todos los géneros literarios ─ el fantástico, el erótico y el histórico ─, el que más ha frecuentado ha sido el género negro, siendo uno de sus más genuinos representantes en España. Como articulista de opinión ha publicado numerosos escritos y columnas en los diarios El Sol, El Independiente, El Observador y El Periódico, entre otros, y reportajes en las revistas GQ, DT y Cinemanía. Escritor vinculado a la Semana Negra de Gijón, desde sus inicios, ha dictado también conferencias en universidades de Latinoamérica e intervenido en diversos foros literarios, siendo su presencia habitual en la Semana Negra de Gijón que organiza el escritor hispano mexicano
Paco Ignacio Taibo II. Tiene en la red el blog literario
LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO, que lleva contabilizadas 140.000 visitas.
Entre los numerosos premios literarios que ha obtenido a lo largo de su carrera destacan el Tigre Juan, el Azorín, La Sonrisa Vertical, Café Gijón y Camilo José Cela. Simultánea la escritura de novelas y libros de relatos ─ La lanzadora de cuchillos (Icaria, 1989), Una historia china (Editorial Koty, 2000) y Viajeros de si mismos (Brosquil, 2006) ─ con reportajes de viajes para las más prestigiosa revistas del ramo como Traveler y Viajes National Geographique, entre otras. Sus obras han sido traducidas al búlgaro, checo, italiano y francés.
Publicó en Etiqueta Negra, la mítica colección policial de Paco Ignacio Taibo II para Júcar, sus dos primeras novelas policiales: El cadáver bajo el jardín (Júcar, 1987) y Barcelona negra (Júcar, 1987). Le siguieron Los ojos ajenos (Ayuntamiento de Toledo, 1988), El barroco (Plaza & Janés, 1988), Serás gaviota (Ayuntamiento de Toledo, 1989) y La casa del sueño (Laia, 1989). Con una novela negra y erótica, Pubis de vello rojo (Tusquets, 1990), se alzó con el Premio La Sonrisa Vertical. Con Mala hierba (Grupo Libro 88, 1992), El final feliz (Ayuntamiento de Alcorcón, 1993), La malformación de R. Melic (El Brocense, 1994), La precipitación (CIMS, 1999) incursiona en el género negro con sabor americano, la novela social, el fantástico y el policial, respectivamente. Lifting (Algaida, 2001), con la que obtuvo el Café Gijón, fue un punto y aparte humorístico en su carrera.
En 2001 recibe el encargo de Editorial Planeta de novelar el descubrimiento de América, y lo hace en tres tomos, Guanahaní (Planeta 2001), El fuerte Navidad (Planeta, 2002), Caribe (Planeta, 2002), que constituyen la trilogía La pérdida del paraíso, editado simultáneamente en España, Colombia y México y distribuido por todo el continente latinoamericano.
Vuelve al género erótico con El sabor de su piel (Alfadil, 2004), con la que gana el premio Letra Erótica que convoca la editorial venezolana, y al histórico con Los ritos ajenos (Ayuntamiento de Jumilla, 2005), sobre la persecución de los judíos en tiempos de los Reyes Católicos.
Sus últimas novelas publicadas son todas de género negro: Lluvia de níquel (Algaida, 2004), sobre la locura adictiva del juego en Las Vegas y al hilo de un reportaje que publicó en la revista GQ con fotos de Helmut Newton; Último caso del inspector Rodríguez Pachón (Algaida, 2005), una intriga policial en la sensual La Habana, y La caraqueña del Maní (Algaida, 2007, trhiller de etarras y chavistas ambientada en Caracas que recibió unánimes elogios literarios y mencionó el New York Times a raíz del incidente Chávez-Rey de España.
Con El mal absoluto (Algaida, 2008) drama de venganzas que giran alrededor del Holocausto, en clave de trhiller psicológico, obtuvo el premio Ciudad de Badajoz.
El corazón de Yacaré (Imagine Ediciones, 2009) es una historia romántica con tintes negros ambientada en Sudamérica que transcurre en un país imaginario que es la síntesis de todas las sangrientas dictaduras que ensombrecieron el continente entre los años 70 y 80 del siglo pasado, con ella obtuvo el Premio de Novela Romántica Ciudad de Seseña y fue presentada en el marco de la Miami Book Faire International del 2009.
En 2010 gana el Premio Ciudad de Carmona de Novela Negra con La frontera sur (Almuzara, 2010), una novela policial ambientada en la peligrosa frontera que separa Los Ángeles de Tijuana, que transcurre en esos dos países tan próximos y distantes y tiene a Mike Demon de Lluvia de níquel como protagonista. Una historia turbia de amores y violencia que ha concitado las alabanzas unánimes de la crítica. Ese mismo año recopila veinte cuentos, casi todos premiados o aparecidos en revistas literarias o libros colectivos, y los publica con el título La mujer ígnea y otros relatos oscuros (Neverland, 2010). Y a finales de año otra novela, esta vez ambientada en la Costa Brava, en los años ochenta, también negra: Marea de sangre (Erein, 2010).
Sus novelas han merecido elogios, entre otros, del cineasta Luis García Berlanga, del desaparecido escritor Manuel Vázquez Montalbán, Fernando Marías, Guillermo Orsi, la RAI, los medios de comunicación franceses y de la crítica literaria argentina afincada en España Lilian Neuman, así como de las revistas Qué Leer, Culturas de La Vanguardia, el blog de literatura La Tormenta en un Vaso, La Biblioteca Imaginaria, Anika entre libros, Llegir en cas d’incendi, entre otros, y han sido citadas por el New York Times.