viernes, 7 de mayo de 2021

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 816.-EL ABSTEMIO (IAN McGUIRE)

 


Título: EL ABSTEMIO

Título original: THE ABSTAINER

Autor: IAN McGUIRE

Editorial: SEIX BARRAL

Trama: Un policía irlandés destinado en Manchester, debido a su deseo de alejarse de su Dublín natal y del alcoholismo al que allí estaba abocado, deberá enfrentarse a una conspiración de la que no se sabe nada, tan sólo que un militante republicano irlandés afincado en Estados Unidos y acostumbrado al manejo de las armas ha aparecido por la ciudad con la idea de realizar una acción lo más sonada posible

Personajes: James O’Connor, policía irlandés que tras el fallecimiento de su mujer se ha sumergido en el alcohol y la depresión e intenta rehabilitarse trasladándose a trabajar a Inglaterra, Stephen Doyle, norteamericano de origen irlandés, antiguo combatiente en el ejército de la Unión en la Guerra de Secesión, que se considera por encima de todo un soldado de la Hermandad Republicana, Michael Sullivan, sobrino de O’Connor, joven y despreocupado, que es reclutado por su tío como confidente, Tommy Flanagan, otro confidente de O’Connor, aunque no se sabe nunca a qué carta está apostando, Henry Dixon, delincuente de Manchester ajeno a la política, pero capaz de hacer casi cualquier cosa por dinero, Maybury, superior de O’Connor, en el que no confía del todo, Peter Rice, jefe de la sección local de los fenianos, Riley, tabernero de Manchester cuyo local es punto de reunión de los luchadores irlandeses.

Aspectos a Destacar: Estamos ante un thriller histórico que aunque es una ficción tan apasionante como vibrante, parte de un hecho histórico, el ahorcamiento de los llamados “mártires de Manchester”, miembros de la Hermandad Republicana Irlandesa (más conocidos como “fenianos”) condenados por el asesinato de un policía británico, situándonos en una época en la que la lucha irlandesa por la libertad empezaba a manifestarse con toda su crudeza.

La Frase: No hay ningún orden duradero ni ninguna ley que lo sostenga, tan sólo una colisión constante de intereses enfrentados. ¿No sería mejor dar un paso atrás, rendirme, aceptar que soy un simple ser humano, tan necio e insignificante como todos los demás, que no hace otra cosa más que dar palos de ciego y buscar un poco de diversión allá donde pueda encontrarla? No hay por qué avergonzarse de eso, no hay por qué avergonzarse de ser un hombre.


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